Por Fernando Sánchez Resa.
Con la edad que tengo, ya todo me está permitido, entiéndase en lo referente a hablar y expresar mi opinión sobre cualquier tema, sin pelos en la lengua ni subterfugios ni edulcoramientos, para que la verdad brille por sí sola, al menos “mi verdad”, pues como decía aquel filósofo: «Voy siempre buscándola, aunque por el camino vaya ayudándome de la de los demás y pretenda unificarla».