Por Mariano Valcárcel González.
Los jueces bíblicos constituyeron una solución, un parche conceptual ante la disyuntiva que se imponía de nombrar un rey (pero el único rey era Yahveh) para domeñar las ariscas tribus de Israel. Todos los pueblos que los rodeaban tenían sus reyezuelos, a la vez vasallos o sometidos a las grandes potencias de aquellas zonas del Oriente próximo, fuesen asirios, persas, egipcios o los que luego llegaron con Alejandro Magno.