Por Mariano Valcárcel González.
Me vienen recuerdos comparativos al ver una película en la que la profesora de música programa actos para fechas destacadas en los que muestra los adelantos habidos por sus alumnos en esa materia.
Declaro haber sido un alumno repelente (y encima con gafas), de esos que los demás compañeros no premiaban con sus simpatías, porque además no tenía las habilidades requeridas para ser verdaderamente un compañero; bueno, tal vez no sea esto del todo verdad; que tuve buenos compañeros que todavía me reconocen. Pero, que fui algo repelente, no voy a negarlo.