Por Manuel Almagro Chinchilla.
En conmemoración de esta efeméride, la Cofradía acuñó una edición numerada de medallas en forma de concha de vieira, según modelo diseñado por los peregrinos. En una de sus caras, la convexa, figuraba un relieve de la imagen de la Virgen de Tíscar, y en la cara cóncava se podía leer la inscripción: “Primera Peregrinación de Tíscar a Santiago de Compostela, 1999”. Este distintivo le fue impuesto a cada uno de los peregrinos a lo largo de la ceremonia religiosa y que después colgaron en la parte posterior de sus mochilas. El vaivén de la insignia, meciéndose al compás de los pasos, marcaría el ritmo de la peregrinación hasta Santiago de Compostela. Cargamos con un número de medallas suficiente como para ir entregando una en cada uno de los lugares donde pernoctamos o nos prestaron ayuda.