Por Mariano Valcárcel González.
Están logrando acabar con mi paciencia.
Sí; estos catalonios de la Catalunya o Cataluña (¡qué varidedad!) me están tocando ya las narices. Y uno (yo no soy masoca, ni tonto) que no va de sufridor, ni de mantenedor de esencias (ni fabricante de las mismas, que entonces sería perfumista), ni de soplagaitas de orquestas u orquestinas variadas, sino que uno es lo que es y a mucha honra, pues que desde el asiento y morada que honradamente ocupo y no debiéndome ni debiéndole nada a nadie (y menos a los catalonios), pues reitero lo dicho: que estoy ya hasta las narices de estos de la Marca Hispánica (que así se la denominó también allá los tiempos, y esto lo pongo para que vean que tengo mi culturilla, no se vayan a creer).