Presentado por Manuel Almagro Chinchilla.
En esta disertación, acerca de los menos favorecidos físicamente, que también de los agraciados, Ramón Quesada nos hace un relato de los fundamentos fisiológicos de los feos históricos de solemnidad, autóctonos y foráneos, entrando incluso en disquisiciones religioso‑filosóficas. No obstante, omite la procedencia del patronímico, de un tal Francisco Picio, natural de Alhendín (Granada); un condenado a muerte, a quien, en los últimos minutos, estando en capilla, se le cayeron las pestañas, las cejas y la cabellera. Tuvo la suerte de ser indultado, pero el pelo ya no lo pudo recuperar, quedando de por vida con una figura espantosa.