Luego, nos acercamos a la explanada que hay delante de la Sacra Capilla de El Salvador (cuyo edificio es de la familia de los Medinaceli, que viven en Sevilla; según nos dijo, la amable madre que nos esperaba); contándonos la historia del ubetense Francisco de los Cobos que se casó con María de Mendoza y que quiso hacerse un panteón, para que lo enterrasen cuando muriese; por entonces, también se hicieron otros edificios adyacentes: Deán Ortega… Como murió antes de acabarlo, fue su mujer quien lo finalizó. Según cuentan los antiguos del lugar, todos los primeros de noviembre de cada año, se puede ver a don Francisco de los Cobos, vagar por el coro, admirando su obra…
Seguidamente, nos habló de los escudos de Francisco de los Cobos y de María de Mendoza; y, a su vez, nos explicó diversos elementos de su impresionante fachada, que tiene motivos ornamentales del Antiguo y Nuevo Testamento; mientras, observábamos cómo las palomas eran las dueñas y señoras del Monte Tabor y de toda la fachada…
Y nos desveló dos curiosas y legendarias historias:
La leyenda de los Centauros o Juan Caballos. Los Centauros o Juan Caballos eran seres mitológicos (mitad hombre, mitad caballo) que se rumoreaban comían carne humana; por eso, los aldeanos temían que se acercasen a Úbeda, por lo que se encomendaban a Dios para que se fuesen lejos… Gracias a Hércules ‑que los venció‑ quedaron libres y por eso ambos (Centauros y Hércules) están impresos en la fachada principal de El Salvador…
Y La leyenda del Jorobadito. Los seises son unos niños que, desde hace mucho tiempo, cantan los oficios religiosos en la Sacra Capilla de El Salvador. Pues bien, un día de Nochebuena, ante la visita del señor obispo para la misa del gallo, uno de ellos cantó como los propios dioses. Al querer conocerlo el obispo, comprobó que, debido a una caída, había quedado deforme… Al decirle que le pidiese un deseo, el niño quiso no tener joroba; milagro que se produjo, al día siguiente (el primer día de Navidad), cuando se levantó… Y termina la leyenda: «Fue el primer seise de esta iglesia»…
En tercer lugar, nos explicó una historia real, que no leyenda: la de la escultura del San Juanito que representa a San Juan Bautista, de pequeño; y que fue hecha por Miguel Ángel, en Italia. Como se la regalaron a Francisco de los Cobos, se la trajo para Úbeda; pero llegó la guerra civil española y fue bárbaramente destruida… Transcurridos muchos años, ahora, que ya ha sido restaurada en Italia, la van a traer muy pronto para que repose en esta iglesia; de la que nunca debió salir…
Caminamos, después, hacia el Palacio Vázquez de Molina, donde nos esperaba otra versada madre, para darnos bonitas explicaciones de este monumento nacional, que pasó a ser convento de las madres dominicas. Observamos lo que fue su iglesia y coro; y luego subimos al patio del que hoy, es nuestro ayuntamiento… Allí, nos explicó que en el piso de todo lo alto está el archivo municipal y que hay diversas estancias señoriales adornadas con objetos de cerámica, forja y esparto locales; y que en el salón de plenos, que está en la primera planta, se producen casamientos civiles… También nos dio una lección sobre las cuatro banderas (Europa, España, Andalucía y Úbeda) que ondean al viento, en el patio.
La leyenda de los doce leones, nos encantó. Fue en el siglo XV cuando doce caballeros ubetenses se enfrentaron con otros tantos musulmanes, pues estaban luchando en el cerco de Algeciras los ejércitos moros y cristianos, sin que hubiese un claro ganador. Por vencer nuestros paisanos en el combate (luchando cuerpo a cuerpo), el rey les concedió que sus doce figuras, en forma de leones, se representasen en el escudo de su ciudad natal (Úbeda) para siempre. A alguno de ellos, como a Pero Gil, en agradecimiento, además le dio la villa de Torreperogil…
Por último, nos invitaron a visitar el Centro de participación activa de las personas mayores. Su joven directora estuvo enseñándonos sus diferentes estancias. La que más nos gustó fue la sala de exposiciones, donde admiramos la sabiduría y el buen hacer de estas personas que emplean su tiempo libre en elaborar preciosos trabajos manuales, porque no les gusta estar ociosos…
Cuando el próximo domingo, por la mañana, vaya vestida de primera comunión y vea, nuevamente, la Plaza Vázquez de Molina mi visión, sobre ella, mucho habrá cambiado; pues mi imaginación volará entre el Corpus Christi y las inolvidables leyendas que nos han contado esas cinco cultas señoras. (¡Qué bien se han preparado para que todo resultase súper guay…! ¡Desde aquí, les doy las gracias!).
Con esta excursión, todos los niños de nuestro centro educativo, han conocido la gran historia de nuestra ciudad, gracias a las sencillas explicaciones que nos han dado estas dinámicas señoras; mientras las seis leyendas (que, como nos dijo nuestro profesor, son historias que tienen parte de verdad y parte de imaginación…), han captado nuestra atención por su gran atractivo. La próxima semana haremos redacciones y dibujos referidos a esta sensacional visita, que ha marcado honda huella en nuestras infantiles vidas; para que, luego, se expongan en nuestra Fiesta Fin de Curso, ya tan cercana…
Úbeda, 31 de mayo de 2013.