Poema que habla
del jardín de mi abuelo,
Pedro Robles Mota
(almacenes Los Espejos,
de Úbeda).
La fuente y los peces, ¡el agua clara!;
la danza del agua en la tacita,
el borboteo del agua, cancioncilla
que alegra la tarde iluminada.
El laurel abre linde entre las casas;
nacido de entre el muro, lo olorea,
y lanza al aire limpio su fragancia
en la tarde en que el jardín se regodea.
¡La música del chorro de agua limpia!,
el agua que resbala en blanca taza,
la tarde de aire y oro que nos mira,
entre el leve susurro de una lágrima.