¡Hasta siempre, queridas compañeras y amigas…!

25-06-2012.
Y así ha llegado vuestra jubilación: volando…
Parece que fue ayer cuando erais anónimas alumnas en vuestros respectivos colegios, sin saber cuál sería vuestro futuro profesional, y hoy todo se ha consumado. Conchi y Lupe estudiasteis Magisterio, y Rocío, Filosofía y Letras, en la especialidad de Pedagogía, con la esperanza de servir en la enseñanza cual fructífera sementera y que el acto didáctico fuera algo más que la pura enseñanza memorística del tiempo en que os tocó vivir…

Y llegó vuestra entrada en el aula ‑o en el EOE‑ con la que habéis contribuido fielmente al afianzamiento de este sólido edificio educativo que es nuestro colegio: La Explanada, popularmente llamado; y que un ex‑concejal consorte, aquí presente, hizo todo lo posible para que se llamase Sebastián de Córdoba, en recuerdo de un poeta ubetense de la colación de San Pablo…
Habéis tenido tiempo de hacer buena siembra educativa a lo largo de vuestros muchos años de enseñanza y servicio, donde lo más importante quedará siempre presente, aunque aparentemente olvidado, en la intrahistoria y el recuerdo de cada uno de vuestros alumnos y compañeros que siempre os recordarán ‑os recordaremos‑ como grandes profesionales que contribuisteis a hacer más sólido el edificio educativo que ahora todos disfrutamos; y de esa fama ganada en un colegio que empezó siendo para gente pobre y humilde, y que se ha convertido en el preferido de la clase media‑alta ubetense, en lo que a lo público se refiere…
Durante mucho tiempo, resonarán vuestras voces y enseñanzas en este casi nuevo colegio que nos hemos ganado a pulso entre todos. Os vais, ahora que estamos disfrutando de una nueva sección pedida por todos los medios y personas posibles desde hace ya bastante tiempo… Vuestros pasos, vuestros singulares recuerdos, vuestra no escrita historia pedagógica… permanecerán para siempre entre nosotros.
Por eso es bueno que, en este momento y en este lugar, se recuerde a toda la concurrencia ‑y principalmente a vosotras mismas‑ que sois personas muy importantes para este colectivo educativo; a pesar de que hayáis tomado la determinación de dejarnos huérfanos en este panorama ‑bastante complicado, por cierto‑ que nos circunda, porque ya no podréis seguir infundiendo antiguos ‑y nuevos‑ valores que intenten modelar la conducta y el comportamiento de este alumnado que cada día nos llega a las aulas más nervioso, más confuso, más falto de guías y valores, porque la propia sociedad ‑y, a veces, sus mismos progenitores‑ no les proporcionan el sosiego, la estabilidad emocional y el respeto necesarios hacia ellos mismos y hacia sus propios compañeros y maestros…
A fecha de hoy, los que nos quedamos aún en el tajo educativo, no sabemos si tendremos la suerte de marcharnos “jubilosamente” a la maravillosa edad en que vosotras lo hacéis o habremos de estar bastantes años más en primera línea, aguantando el empuje de cierto alumnado que cada vez llega más pertrechado con excesivos derechos, que no tiene su contrapartida en deberes obligados…
Llevo tiempo observando vuestros semblantes, que se han ido tornando angelicales conforme llegaba esta fecha mágica en la que hoy nos encontramos, en este marco incomparable de Úbeda, Patrimonio de la Humanidad; pues sabéis que, una vez anulada la jubilación LOGSE ‑y poniéndose el panorama tan chungo como está por culpa de la recurrente crisis, tan mal llevada por políticos y banqueros corruptos…‑, podéis pasar a la historia del tan sufrido magisterio como Las últimas de Filipinas…; y que, al paso que vamos, de rebaje continuado de sueldo, pagas extraordinarias y complementos, no se tenga que decir como antaño: «Pasas más hambre que un maestro de escuela…».
¡Sed felices; y que la suerte y la salud os acompañen durante muchos años! Vuestra familia y vuestros amigos más íntimos van a tener la fortuna de teneros más a mano… Recordad siempre las anécdotas positivas de nuestra profesión, pues las negativas es mejor olvidarlas…
Quiero mostrar, aquí y ahora, el cariño y la admiración que siento por estas tres maestras, que han hecho aún más sólido nuestro edificio educativo con su trabajo constante y efectivo a riadas de generaciones, que siempre las recordarán por su cariño y buen hacer…
Me vais a permitir que os haga un pequeño apunte histórico a cada una de vosotras, de cuando os conocí y conseguí vuestra amistad:
·         A Conchi Romera Sánchez, que fue estudiando Magisterio ‑en la Safa de Úbeda‑ con su juventud prendada de timidez, alegría y bondad. Y que bien pronto quiso venirse a nuestro cole, cuando el derecho de consorte se lo permitió, para sentirse a gusto, como en su propia casa, dando clase en su amado colegio de toda la vida…
·         A Lupe Fuentes Morales, que fue a mi llegada a nuestro centro, donde su desinteresada presteza en regalar sus excelentes dotes pictóricas y didácticas marcó un hito, pues muchos dibujos de semanas culturales, fiestas o carteles de fin de curso llevarán impresa la huella de su firma; o no, pero siempre el marchamo de su buen hacer. Te doy las gracias desde aquí por el trabajo bien hecho, por la labor cumplida, pues te vas cargada de equipaje y seguramente, cuando andes lejos de nuestro cole, dirás como Machado a Baeza: «Soñaré contigo cuando no te vea…».
·         A Rocío Eugenia Ruiz García la conocí en el consejo escolar del colegio Santísima Trinidad, donde estudiaban sus hijas, y por ser componente del EPOE, después reciclado en EOE tanto años, cuando orientaba a mis alumnos de octavo de la extinta EGB; para llegar finalmente a nuestro añorado colegio a donde se reintegró en su puesto de Educación Especial, hoy llamado de Apoyo a la Integración, para terminar de redondear su labor psicopedagógica de la manera más eficiente: haciendo gala de su buen hacer y de su fuerte carácter, que le hace no arredrarse ante nada ni ante nadie, si cree que le asiste la razón…
Sois tres profesionales de la enseñanza que habéis sabido y querido consolidar nuestro edificio educativo, impartiendo formación humana, siendo ejemplo y camino a vuestro populoso alumnado que nunca os olvidará ‑al igual que todos nosotros‑ y que siempre estará seguro de que Dios os lo premiará en salud y felicidad, a esta edad dorada en la que tanto os queda por vivir y hacer, que será mucho y bueno.
Si pudiera emparejar cine con música para retratar este crucial momento que vivís, me inclinaría por el fotograma final de la película Casablanca, pues por fin voláis al “país de la jubilación” acompañadas musicalmente de un nocturno de Chopin que pone la nota intimista y melancólica más oportuna.
Ahora, que tanto os necesitamos, os vais las tres a disfrutar de una linda vida, bien merecida por cierto, pero que nos privará de tres buenos puntales, tan necesarios, con vuestro acendrado acento católico que siempre nos recordará que hay vida de entrega, sin nada a cambio, dentro y fuera de la escuela…
Ahí van varias “bienaventuranzas graciosas” para que vuestra partida sea aún más dichosa:
·         ¡Dichosas vosotras, porque a los 60, tan jóvenes y bellas, habéis conocido la jubilación, aunque no sea LOGSE…!
·         ¡Felices vosotras, porque ya no tendréis que padecer desde vuestro puesto de trabajo los estragos de esta sociedad enferma, en su conjunto, por la falta de valores éticos, morales, religiosos… que padecemos!
·         ¡“Desdichadas” vosotras que, como dice nuestro querido Antonio Santos Zaragoza, no sabréis ya disfrutar ‑desde hoy‑ de lo que es un fin de semana; de unas vacaciones de Navidad, Semana Santa o verano; de un puente o acueducto vacacional…; pues todo os parecerá un tiempo continuado sin cortes publicitarios…!
·         ¡Dichosas vosotras que os lleváis en vuestras alforjas y memorias los muchos y buenos momentos vividos en la enseñanza y en nuestro amado colegio…!
·         ¡Gozosos y pausados serán vuestros viajes y encuentros, cuando recordéis que acá, en la lejanía del tiempo y del espacio, todavía algunos permaneceremos amarrados al duro banco de una galera turquesa…!
Para terminar, me gustaría dedicaros el siguiente mensaje de Elton Trueblood, pues creo que sinceramente resume vuestra trayectoria educadora:

Cuando un hombre planta árboles bajo los cuales sabe muy bien que nunca se sentará, ha empezado a descubrir el significado de la vida.

¡FELICIDADES, MAESTRAS…!

En el Parador Nacional de Úbeda, el día 23 de junio de 2012.

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