Campo de olvidos, 4

14-12-2011.

RÉQUIEM

UN VAHO SILENCIOSO

se hace cuerpo presente

en la casa del padre.

La escritura del humo

de un cigarro apagado

le descompone el verso.

Las palabras gotean

su cera de ceniza

y una espina de hielo

traspasa el corazón.

 

Alguien ha puesto flores nuevas

en un vaso, moradas

rosas de réquiem,

saldo de la riqueza

de las lágrimas. Alguien

descorre las cortinas

y huye la madrugada.

En otra habitación

juegan los niños.

juralopez42@msn.com

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