27-12-2011.
Siguiendo el zigzag de mi relato, dejemos la zapatería El Capricho y entremos enfrente, en los Almacenes Los Madrileños. En esta tienda podías comprar de todo: era como un bazar. Había varios dependientes y sus estanterías estaban repletas de un sinfín de artículos que, en aquellos tiempos, eran favorecidos por la visita de un público fiel. Como todo lo que nace ha de morir, su corazón comercial dejó de latir. En su recinto entraron otras ramas comerciales, que tuvieron efímeras vidas.