Siguiendo la tónica de Narraciones y Vivencias I, y pulsando mi ordenador mental, salen en la pantalla memorias rancias, escenas que pasaron frente a mis pupilas hace más de seis décadas. La guerra, por lo menos en la zona en que viví, trajo cosas tan modernas y novedosas que hoy, a pesar de haber pasado más de 60 años, no se ha llegado a cotas tan elevadas.
En aquellos tiempos, había gentes sin ninguna preparación moral; pero, a la hora de opinar y algunas de actuar, practicaban el amor libre que preconizaban. A veces pienso: si la guerra que tuvimos y la balanza que se volcó a favor de los enemigos de la República hubiese sido al contrario, ¿por dónde iríamos ya?