10-12-2011.
PACTO
NO TODO ES NEGOCIABLE;
la muerte, por ejemplo,
o la vida.
Tampoco los recuerdos,
riqueza que se pudre en la memoria
y da desolaciones como frutas
envueltas en papel
brillante de regalo.
Los días sólo son insinuaciones
que la muerte nos hace
desde el pretil gozoso de las horas.
La bendición del aire sobre el rostro
tampoco es negociable;
o la sed,
aunque parezca que los labios se abran
para besar el borde
de un vaso de agua fresca en el desierto.
La duda es más profunda:
está escrita en el agua
recóndita del miedo.
Si a veces hay un pacto
es sólo de silencio.