¡Hasta siempre, «tita Trini»!

22-08-2011.

El pasado viernes, 12 de agosto, falleció en la ciudad de Córdoba M.ª Trinidad García Tejada. Viuda, desde hace veinticinco años, de Ramón Álvarez Ortega, que trabajó durante largo tiempo en distintas entidades de BANESTO en las provincias de Jaén y Córdoba, siendo Director en algunas de ellas.

Para mí, siempre será tita Trini: ubetense por los cuatro costados, al igual que la familia de su marido. Llevaba afincada en la capital cordobesa desde hacía bastantes años, aunque no quería ni sabía disimular su incondicional amor a su Úbeda natal…

 

Cariacontecidos, los familiares se encontraron dándose pésames y saludos en la puerta de la iglesia de San Nicolás de Bari, de Úbeda, el pasado domingo, 14 de agosto, a las doce de la mañana. Se habían congregado allí para dar cristiana sepultura a esta querida persona que iba camino de cumplir los noventa y seis años de edad; y que hasta –casi‑ sus últimos momentos había disfrutado de una calidad de vida aceptable… Educada a la vieja usanza, fue una mujer discreta y completa; primorosa en todo lo referente a las labores del hogar; sabiendo bien educar a sus seis hijos, que han ido ensanchando su familia, multiplicándola cual numerosos luceros tiene el firmamento…

Luego, en el antiguo patio del Cementerio de San Ginés, con un sol de justicia en medio del azulado cielo, bajo los cipreses ‑que, según José María Gironella, «creen en Dios», al igual que ella, que tenía una fe inquebrantable‑ volvieron a reunirse para ser testigos de su entierro.

Entre elucubraciones, imágenes y recuerdos entrañables -no exentos de melancolía y emotividad- y mientras el féretro, con su inerte cuerpo, descendía al fondo de la fosa familiar para tomar posesión de la tierra de donde había salido, su alma ya habría volado al “Cielo de los Justos”… Entonces se hicieron realidad, en la memoria colectiva delos allí presentes,las palabras que el sacerdote dice a los cristianos el Miércoles de Ceniza: Polvo eres y en polvo te has de convertir…

Ya se habrá encontrado con sus seres más queridos, entrando a formar parte del “descanso eterno” con todos sus antepasados y, especialmente, con su amado esposo, su hijo Paco y su querida nieta Salud… ¡Que en paz descanse…!

Sus familiares más íntimos ruegan una oración por su alma para que Trinidad goce de la presencia del Altísimo, en el que creía fervientemente, como católica convencida que siempre fue, intuyendo permanentemente que tarde o temprano iba a encontrarse en el “Mas Allá” con todos los suyos.

Mientras tanto, a pesar de ser un día azulado, pletórico de luz y sol, acudieron a mi memoria las palabras del romántico poeta, Gustavo Adolfo Bécquer:

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.

Yo, a su vez, mentalmente me pregunté:

—¿Y a los vivos…?

TRINIDAD EN SU COCINA EL 7-11-2010. FOTO HECHA POR MÓNICA SÁNCHEZ LATORRE.

Úbeda, 14 de agosto de 2011.

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