Más sobre los estados afectivos

21-08-2011.

No creo haber dicho todo en el artículo precedente sobre la crucial importancia de los afectos en nuestras vidas y en la comunicación con los demás. Por eso creo que vale la pena añadir estas reflexiones, intentando solicitar al lector para llamar su atención sobre la centralidad de afectos y emociones en nuestra vida. Pienso que de esta manera se comprenden muchas cosas en nuestra vida y en nuestro sistema de relaciones.

• El animal está diseñado últimamente para vivir afectos, no para otra cosa como es comer, reproducirse, etc. Los afectos son su “razón” de existir. También, en el hombre, su vida afectiva es lo más profundo de su ser y su devenir.

• Los afectos aportan la energía para la acción. Los afectos son los motores de los comportamientos mientras que las motivaciones, quizás racionalizadas, son los pilotos que dirigen y canalizan.

• Los afectos son productores de expresiones faciales y corporales para impresionar al Otro. Ya en las especies sociales entre los animales, la expresión de esas emociones forma parte integrante del sistema de comunicación entre individuos. Esas formas no verbales son probablemente el origen evolutivo del lenguaje.

• Una sociedad compuesta de ordenadores, por muy inteligentes que sean, es imposible. Sin emociones no hay sociedad, porque no hay comunicación de viviente/sintiente a viviente/sintiente.

• Toda interacción entre dos seres humanos es un interesantísimo proceso de copilotaje en la que los afectos son la materia de intercambio y de fusión entre locutores.

• La ritualización de las expresiones emocionales juega un papel fundamental. Los ritos sirven para regular la vida social. Por ejemplo, para facilitar las primeros contactos, para asentar el dominio sobre el Otro, para manifestar el espíritu de reconciliación, o la agresividad, o la sexualidad, etc.

• Las emociones son estructuras organizadas de atención que focalizan y dirigen miles de estructuras neuronales representativas del mundo exterior y miles de memorias relacionadas con las representaciones cerebrales.

• Los afectos constituyen un medio, un vehículo y un filtro para el conocimiento del mundo. Porque todo conocimiento adquiere su estatuto definitivo en un campo semántico de connotaciones.

• Las representaciones teñidas de afectos siguen una de dos vías: o se traducen en signos y se comunican; o se transforman, se reprimen y se desplazan al inconsciente.

Algunas emociones pueden ser inducidas y controladas fisiológicamente. Otras dependen esencialmente del sistema de creencias de las personas.

• Una dificultad para el estudio de las emociones reside en el hecho de que se trata de estructuras organizacionales que resisten a formulaciones proposicionales como es corriente en la ciencia, y como es siempre posible cuando se trata de sistemas de creencias. Por eso, es tan difícil construir una ciencia sobre emociones.

• Tan importantes son los estados afectivos en los intercambios y negociaciones que muchas veces más vale observar y estar atento a las fluctuaciones y movimientos emocionales del Otro que a las ideas que profiere.

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