La luz en vuelo, 6

02-07-2011.
LA CARTA
 
EL OTRO PASEANTE,
que en medio de la calle bulliciosa
levanta la solapa de su abrigo
y se hunde en el mullido
consuelo de la lana
de su suéter, no es distinto al que ayer,
tembloroso, leía
una carta, sin lágrimas.

El viento revolvía los renglones
indecisos. Noticias
como aquéllas tenían puesto el luto
y un fogonazo sepia
que fuera antes retrato
de boda en otro parque.
No es la niebla
el vestido nupcial de estos jardines.
En ellos las pisadas
del otro paseante
florecen cuando crujen
las hojas y un cortejo
festivo deja arroz
en las ramas desnudas.

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