Actos conmemorativos del cincuenta aniversario

25-12-2010.
En 1990 se cumplieron los cincuenta años de entrega de la Comunidad a la vida educativa de la localidad. En una carta abierta a la Comunidad Educativa, don Gregorio Alfaro Teruel, director gerente, escribe:
«Uno de los graves problemas latentes, al terminar la guerra civil, era la falta de escuelas donde educar y culturizar a una generación que iba a sentir sobre sus espaldas el peso de construir una sociedad nueva. Un 25 de octubre nacen en Villanueva la Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (Safa) gracias al entusiasmo de un hombre excepcional: el padre jesuita Rafael Villoslada. Pero sus sueños no se hubieran convertido en realidad sin la colaboración y el apoyo económico de algunas personas de nuestro pueblo; en especial, la familia Benavides Bueno, que dio sus bienes e incluso su propia casa para que se atendiera y se educara a niños pobres y abandonados, pensando que la cultura evitaría otros enfrentamientos en el futuro.

Hoy somos muchos los hombres y mujeres que hemos desfilado por este colegio para estudiar algunos de los niveles educativos que se han ido ofreciendo: Enseñanza Primaria, Bachillerato, Formación Profesional, Cursos de Formación Acelerada, Educación General Básica, Preescolar… ¿Se imaginan a Villanueva sin Safa?
La Dirección Central tiene siempre presente que Villanueva fue centro fundador de esta ingente obra educativa, que cuenta en la actualidad con veinticinco colegios, novecientos setenta y cinco trabajadores y más de veinte mil alumnos, diseminados por toda Andalucía. A partir del próximo curso 90/91, hemos conseguido, adelantándonos a la Reforma Educativa, ofertar el Ciclo Polivalente (14-16 años). Un nuevo reto del que esperamos salir airosos con nuestro esfuerzo y vuestra colaboración».
El Rector, don Luis María Álvarez‑Ossorio, escribía:
«La Safa ha recibido mucho de Villanueva del Arzobispo y pienso que también ha dado mucho a sus gentes. Se podrían considerar los cincuenta últimos años de Villanueva sin la presencia de la Safa y su aportación decidida a la educación y en la formación de sus hombres, hoy también de sus mujeres. Cuando el acceso a la educación era un bien muy escaso y sólo asequible, por lo general, a unos pocos, la Safa se hizo escuela para todos».
La medalla de oro de la ciudad
Tras celebrar el Cincuentenario de la fundación de Safa en Villanueva, la Asociación de Padres de Alumnos dirigió un escrito a la Corporación Municipal, en demanda de que a dicha Institución le fuese concedido el máximo galardón honorífico que el Ayuntamiento puede otorgar, como prueba de agradecimiento por lo que ha supuesto para Villanueva en todos los aspectos culturales, formativos y morales de su juventud. Fue aprobada la concesión en sesión plenaria del 26 de febrero de 1991, con el voto favorable de todos los miembros de la Corporación, resolviendo el expediente instruido al efecto, con la concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad.
Acto de entrega de las distinciones
El acto de entrega resultó sobrio y emotivo. Se inició con una misa en el colegio, presidida por el padre Rector, don Luis María Álvarez-Ossorio, y concelebrada con otros seis sacerdotes.
En el patio central del Ayuntamiento, la Corporación municipal celebró sesión solemne presidida por el alcalde, don Diego Martínez Bustos; Patronato de Safa, con don Javier Benjumea y don José María Benavides; padre Rector, Asociaciones de Padres de Alumnos, Consejo Escolar; claustros de los colegios Safa, Mercedes, Cristo Rey, Fuensanta y numeroso público. Se leyeron telegramas de adhesión del Consejero de la Junta de Andalucía, Delegado Provincial y otros varios.
El alcalde dijo:
«Hacer aquí el balance que refleje los objetivos conseguidos por esta institución es obvio, pues lo conocen perfectamente los villanovenses. Nadie mejor que este pueblo sabe el fruto del trabajo incansable de los hombres y mujeres de la Safa a favor de quienes han acudido a ella».
El público, puesto en pie, prorrumpió en cerrada ovación y continuó mientras Benavides Bueno recibía la medalla y el pergamino con el acuerdo de la Corporación. El cronista oficial de la provincia, don José Chamorro Lozano, escribía en el Diario Jaén:
«La formidable intuición del padre Villoslada ha creado esta obra importante que hoy está en plena madurez. Es bueno que los pueblos y las gentes sepan agradecer este beneficio inmenso y, como en el caso de Villanueva del Arzobispo, su Ayuntamiento acuerde conceder la Medalla de Oro de la Ciudad a la institución que tanto bien ha hecho y hará por los jóvenes villanovenses. La sombra bienhechora del padre Villoslada protegerá aún más la dedicación de las “gentes de pueblo” que han sabido responder con tanta delicadeza y finura a lo que tanto les ha beneficiado. Si el refranero dice que es bien nacido quien es agradecido, el alcalde y los munícipes de Villanueva y el pueblo que representan saben pagar con el oro de la gratitud lo que tanto han hecho los buenos padres que dejaron un día caer su grano de arena hasta convertirlo en una amplia escuela de formación y orientación».

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