Vicisitudes de la vejez, 29

Esta noche me siento un tanto filósofa de la vida y me ha dado por elucubrar frases con mucho contenido de fondo, cual si fuesen grandes vasijas llenas de oro o plata. Ustedes juzgarán si lo son.
Así, pienso que la auténtica alma femenina tiene a la imaginación y al sentimiento como las dos cuerdas del alma más indispensables y cotidianas, por eso es tan difícil la convivencia a largo plazo, ya que el hombre, aunque también las posea, no sabe templarlas con tanta gracia, asiduidad y salero como lo hacemos nosotras, sabiendo siempre que puede y debe haber honrosas excepciones a lo que acabo de afirmar.

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