MASCAROTES
La máscara, la mascarilla.
Un día me crucé con un moreno que el hombre no iba demasiado equilibrado, ni anímicamente ni físicamente. Llevaba el pobre una litrona en la mano, a medio tomar (eran las nueve de la mañana) y al cruzarse me largó algo que empezaba con la palabra “mascarilla” y no sé qué más según su idioma pero que me sonó a que el tema no le era especialmente querido; desde luego él no llevaba ninguna ni puesta ni atada al brazo (como es norma moderna) y yo la llevaba puesta. Bueno, seguí y siguió su camino, alejándonos. Continuar leyendo «Mascarotes»