¡Cuidado con el resentido!

Todo el mundo sabe que todas las personas tenemos momentos puntuales de resentimiento, pero que lo mejor es dejarlos pasar y no insistir machaconamente en ellos, pues nos va nuestra propia limpieza y tranquilidad mental en el intento.
No obstante, hay seres humanos cuya fijación mental es portentosa, pues en cuanto sale a relucir un determinado tema -al que andan siempre apegados y traumatizados, por diversas razones-, seguramente porque en su infancia o en cualquier otro momento evolutivo de su vida lo pasaron mal; y del que no se pueden despegar, aunque quisieran, porque se les ha quedado perennemente impresa esa pegatina mental.

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