¡Qué loable y admirable es el altruismo, en nuestra sociedad interesada, en la que nos estamos desenvolviendo, cuando comprobamos que escasa gente hace nada por los demás, si a cambio no recibe pingües beneficios!
En Úbeda, tenemos la suerte de poseer una entidad cultural sin ánimo de lucro (Cineclub “El Ambigú”), fundada originariamente por varios ubetenses, aunque definitivamente se haya quedado en dos: Andrés y Juan, dignos baluartes de tal asociación cinematográfica. Es una pena que -muchas veces- no sepamos sacarle el fruto debido, porque es una actividad gratuita que cuenta con la colaboración del excelentísimo ayuntamiento y su área de cultura y festejos, durante todos los jueves del anual curso cinematográfico.
Sabemos que lleva varios años funcionando,gracias a unos intrépidos y visionarios cinéfilos que comenzaron (en 2006) como un grupo de amigos que se juntaban por el simple y llano placer de ver cine; y que fueron peregrinando por distintas ubicaciones:primero, en La Escuela de Español Abadat, frente al Palacio Anguís Medinilla, junto a Santa Clara; después, en el palacio don Luis de la Cueva, en la plaza Josefa Manuel; y hoy, en la “Sala del Club de Lectura” del Hospital de Santiago, sin cejar en el empeño de ofrecer buenas y clásicas películas, con su acertadas explicaciones antes de su proyección semanal. Se lo digo por experiencia, pues yo he sido testigo mimado de ello durante unos cuantos años. La pena es que ahora me encuentre lejos de Úbeda y no pueda disfrutarlas.
Hoy en día, la “Sala del Club de Lectura” del Hospital de Santiago es el ágora íntima y dichosa en la que disfrutan y se versan escogidos cinéfilos ubetenses y foráneos que se siente agraciados y agradecidos, pues se reúnen para visionar filmes de reconocido prestigio, normalmente agrupados por ciclos con temática sustanciosa y variada, salida de la inventiva de sus promotores: “Grandes clásicos del cine de aventuras”; “Encuentros en un tren”; “El fin de la inocencia”; “Profesores de cine”; “La noche del cazador y otras joyas estrenadas en 1955”; “Kirk Douglas y 100 años de una leyenda del cine”; “Obras maestras del cine japonés”, etc., que suelen hacer las delicias de sus incondicionales asistentes.
Sus ínclitos mentores siempre tienen la idea de que la película se visione en versión original subtitulada -o no-, más que doblada al español, con el fin de escuchar las voces originales de los actores y actrices, que suelen ser diferentes de los doblajes; y, a la vez, poder ser testigos fieles del genuino sabor del producto cinematográfico tal cual se realizó. Y, si algo de idiomas, se aprende, miel sobre hojuelas…
Larga vida tenga -y le deseo- a esta entidad cinéfila, porque hace de la “Ciudad de los Cerros” una población giennense afortunada, puesto que lleva por bandera la divulgación del séptimo arte, haciendo que Úbeda sea un lugar en el que es amable vivir, a la vez que poder disfrutar del ocio más sencillo y gratuito, aprovechando el granito de arena continuado que le aporta (y que lleva la friolera de 14 temporadas funcionando) Cineclub “El Ambigú”.
Torre del Mar, 30 de octubre de 2019.