Reconciliación contra concordia

Por Mariano Valcárcel González.

Visitando un pueblo de nuestra provincia pude comprobar con cierto estupor que en la pared de una de sus iglesias seguía bien grande y visible una lápida de mármol, junto a una gran cruz, donde se podía leer una relación de nombres, bien grabados en la piedra, de los “caídos por Dios y por la Patria”.

Y digo lo de cierto estupor porque ello manifestaba la persistente presencia, bien pública y evidente, de lo que en muchos años de dictadura se consideró como los que eran admitidos, reconocidos y honrados oficialmente tanto por el régimen a nivel de partido como a nivel estatal. Eran los muertos vencedores, ¡qué paradoja! Los demás muertos, los perdedores, tanto en contienda como en la posterior represión nunca existieron.

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Mentiras históricas comúnmente aceptadas (III): La Biblia (1)

La Biblia (I)

Para empezar, no estaría de más echar un ojo al libro más traducido y difundido del mundo…, la Biblia. Sí, todo el mundo sabe que no es un libro de historia, incluso que es un libro ahistórico, formado por múltiples textos recogidos y ordenados con criterios discutibles, muchos de ellos mediante transmisión oral. Y todos sabemos que no hay constancia histórica de muchísimos hechos en él reflejados. Para más inri (sic), ni siquiera hay rastro documental indubitado de la existencia del su más importante protagonista, el mismo Jesús, en los años finales del gobierno del emperador Tiberio. Pero, lógicamente, no vamos a entrar en debates teológicos, territorio resbaladizo donde los haya…

Sólo unas pinceladas, con algo de sorna y un claro componente didáctico…

No es el único libro que miente sobre la creación del mundo, pero es que además plagia: lo del Diluvio como castigo a los seres humanos ya aparece en el Libro de Gilgamesh, epopeya sumeria del 2500 a.C. El dios Enlil decide destruir a los hombres. La diosa Ea advierte a Uta-na-pistim para que construya un barco, que deberá llenarse de animales y semillas. Llega el día del diluvio y toda la humanidad, excepto Uta-na-pistim y sus acompañantes, perece. Al darse cuenta de que las aguas bajan, suelta un ave. Al volver ésta, hace una ofrenda a los dioses y éstos quedan satisfechos por el sacrificio.

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El cascabel al gato

Por Mariano Valcárcel González.

Una visita a cualquier ciudad de cierta antigüedad puede producir sentimientos encontrados, sensaciones opuestas y planteamientos irresolubles.

Una ciudad antigua suele tener un casco urbano bien definido en sus separaciones; por un lado, las ampliaciones extramuros (generalmente) y los extrarradios y barriadas más modernas, a veces convertidas también en zonas de convivencia complicada (o peligrosas); y la parte vieja, la que dio origen a la población, a su vez conteniendo también barrios abandonados casi en su totalidad, manzanas completas que exhiben su decrepitud, callejas que amenazan con derrumbes, monumentos que piden a gritos su restauración.

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Luis Juan, artista consumado, y 2

Por Fernando Sánchez Resa.

No obstante, Luis Juan ha ido poblando su CV de escogidas producciones y destacadas exposiciones colectivas e individuales que han mostrado -bien a las claras- el artista que es, corroborando sus distintas y variadas influencias, mientras iba deglutiendo movimientos artísticos de toda época y calibre, demostrando siempre que domina el oficio de pintor y escultor. Tiene en su haber cuadros de fábrica y técnicas diferentes, como el arco iris del firmamento, desde la copia fiel al modelo humano, bodegón o paisaje hasta la más encendida y peregrina abstracción, pasando por dominar bastantes de las vanguardias históricas que estudió en Sevilla y que ha ido conociendo o experimentando en su larga labor docente.

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Luis Juan, artista consumado, 1

Por Fernando Sánchez Resa.

La vida nos va mostrando -en deslavazada mezcolanza- una panoplia de situaciones y personas que, si no somos buenos observadores, se nos irán diluyendo -cual azucarillo en leche- sin que podamos ni sepamos sacarle el jugo preciado que nos ofrecen.

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“Happycracia”

Por Fernando Sánchez Resa.

Cuando actualmente es vergonzoso decir que no eres feliz, declarándote abiertamente como persona negativa, ha llegado a nuestro alcance -como curalotodo- este hipotético e inventado bálsamo de fierabrás para obligar -subrepticiamente- a cada individuo a ser feliz, creando hipocondríacos emocionales a mogollón. No podía venir de otro lugar que de Estados Unidos, en donde bien saben exportar y vender todo cuanto se les ocurre para que el marketing y el dinero fluyan por sus bolsillos.

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Cumpliendo todos los preceptos

Por José Luis Rodríguez Sánchez

En una cadena de televisión, cuya orientación podemos suponer, invitaron a una conocida propagandista norteamericana, Laura C. Shlesinger (también es médica, psicóloga, autora de best-sellers y consejera familiar), que desde hace bastantes años lleva un talk-show de los más seguidos en Estados Unidos. Millones de personas la siguen, aparece de forma habitual en diarios y cadenas de televisión y ha recibido todos los premios habidos y por haber en ese mundillo. Uno de sus libros más vendidos se titula “Los diez mandamientos. El significado de la ley de Dios en la vida cotidiana”. El programa en cuestión versaba sobre la oposición al matrimonio gay. Esta comunicadora defiende que la homosexualidad no puede ser consentida, porque lo prohíbe la Ley de Dios, concretamente el versículo 18:22 del Levítico: “No te echarás con varón como mujer, es abominación”.  Y completa su afirmación con el versículo 20:13, que afirma: “Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos».

Como esta comunicadora tiene un canal de preguntas, me atrevo a hacerle algunas, y pedirle consejo sobre otras leyes bíblicas, en el ánimo de mejor cumplirlas.

El Levítico, 25:44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como mujeres, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los portugueses, pero no a los franceses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer franceses?

Si quisiera vender a mi hija como esclava, tal y como indica el Éxodo, 21:7, ¿qué precio piensa que sería el más adecuado, dada la inflación subyacente? En el Lev. 27:3 fijan la cantidad de 50 siclos de plata si es varón y 30 si es hembra. No entiendo esa rebaja por ser mujer. Y, ¿a cuánto está, en euros, el siclo de plata?

Tengo un vecino que insiste en trabajar el sábado. El Éxodo 31:15 y 35:2 establece que merece la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo?

Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras esté en su período de impureza menstrual (Levítico 5:19-24). Pero si intento preguntar si están en esa fase, muchas se ofenden. ¿Qué puedo hacer?

Leo en el Levítico, 11:6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. ¿Puedo seguir usando guantes en invierno?

La mayoría de mis amigos varones llevan el pelo bien cortado, incluso en la zona de las sienes, a pesar de que esto está expresamente prohibido por el Levítico, 19:27. ¿Cómo han de morir?

Ya sé que en Lev. 19:26 dice “No coman nada que tenga sangre”. Me encanta la morcilla de Burgos… ¿Puedo ofrendar un sacrificio de una paloma (que no me gusta su carne), (Lev. 1:14), para compensar?

Mi primo está perdiendo el pelo de la coronilla y no le gusta la barba larga. Quiere afeitarse la cabeza y llevar perilla recortada. Sabemos que incumple el precepto del Lev. 19:27: “No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba”. ¿Pueden apedrearlo en la puerta de la ciudad? (Lev. 24:16).

Mis vecinos tienen un hijo algo rebelde y protestón. Pero como en el fondo lo quieren y dicen que no es mal chaval, no se atreven a llevarlo ante los ancianos del pueblo, porque luego tendrían que apedrearlo hasta morir en la puerta de la casa (Lev. 21:18-21). ¿Podría convalidar esa pena metiéndolo en un internado dos o tres años?

En el Levítico 21:20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene un defecto en la vista. Uso gafas para leer. ¿Mi agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se podría rebajar un poco esta condición?

Un familiar de mi mujer tiene una granja. Incumple lo que se dice en el Levítico 19:19, ya que siembra dos cultivos distintos en el mismo campo (trigo y olivos), y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de dos tipos de tejido diferentes (algodón y poliéster). Además, se pasa el día maldiciendo e insultando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Lev 24:10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Lev 20:14).

Pese a lo que se dice en Cor. 14:34 (“Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice”), mi mujer no se calla ni debajo de agua. ¿Qué he de hacer? Incluso he tratado de que se aplique el precepto de Cor. 14:35 (“Y si quieren aprender algopregunten en casa a sus maridos”), y ha sido peor… Porque me ha leído el texto del Lev. 12:1-5 (“Pero quiero que sepáis que Dios es cabeza de todo varón, y el varón es cabeza de la mujer… Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, porque él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón”) y me ha pedido que se lo explique… Y aún estoy releyéndolo…

Espero anhelante sus repuestas. No sabe usted el sinvivir que me embarga…

Murillo

Por Fernando Sánchez Resa.

De Bartolomé Esteban Murillo, pintor barroco sevillano, solamente conocía una pequeña biografía y algunos de sus cuadros más afamados (especialmente sus Inmaculadas características, tan repetidas en calendarios, estampas, cajas de carne de membrillo…), cuando el que escribe cursaba Historia del Arte -en sexto de bachillerato- en los Salesianos de Úbeda, allá por el curso 1969-70.

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Vicisitudes de la vejez, 2

Por Fernando Sánchez Resa.

Ya me encuentro instalada en una residencia de ancianos de mi localidad de nacimiento y donde he desarrollado toda mi vida, pues no quería marcharme lejos de ella, quedando desenraizada, perdiendo así la posibilidad de que me visiten (cuando lo estimen oportuno y el tiempo se lo permita) mis escasas amistades y los familiares más cercanos e íntimos que son, a esta edad, los verdaderos acompañantes y sustentadores de mi vida, tanto física como emocional.

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El triángulo de Cobos, otra vez

Por Mariano Valcárcel González.

Voy a insistir. Insistiré hasta que alguien dé las explicaciones pertinentes, sean aceptables o no. Insistiré, porque nos va en ello la credibilidad del sistema en que se basa nuestro ordenamiento público, jurídico, social y político.

Insistiré, porque si las bases en que desarrollamos nuestro sistema “democrático”, que muchos defienden como imperfecto, pero el menos malo de los sistemas de gobierno; si estas bases son la mentira, la ocultación de hechos, la corrupción, el nepotismo, la prevaricación y demás marranadas que se hacen desde los cargos en ejercicio; si esas son las bases del sistema y lo estamos todos consintiendo, unos porque forman parte del entramado, otros porque prefieren callarse lo que saben, otros por supuesta “prudencia” que solo es acomodamiento y cobardía, y muchos por mero hastío ya de todo lo que significa la política; si así está la cosa pública, mejor dejarlo. Venga un dictadorzuelo de medio cuño, se nos imponga por la fuerza, oprímannos sus secuaces y pastemos cual borregos en el prado de la tranquilidad.

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