Por Jesús López Román.
Profesor titular de Universidad.
7. Evolución de la judería de Úbeda durante el siglo XIV
7.1. La gran depresión económica medieval
A finales del siglo XIII, aparecen los primeros síntomas de la gran depresión económica medieval que, durante más de ciento cincuenta años, azotó a todos los sectores de la cristiandad y puso fin al régimen feudal. Las nuevas circunstancias socioeconómicas fueron percibidas como un gran peligro para las comunidades israelitas en el reino hispánico de Castilla: «Los judíos comenzaron a sentirse amenazados y oprimidos, víctimas -sin saberlo- de la crisis económica que en las últimas décadas de dicha centuria se hace notar. Crecían los impuestos reales, disminuían las ventas, aumentaba la competencia de comerciantes cristianos y se volvía difícil la percepción de los créditos» (Suárez, 1980, pág. 103).
Un factor clave en el desencadenamiento de esta gran crisis es de naturaleza estrictamente monetaria.
Desde finales del siglo XIII, los monarcas de Europa estaban endeudados, debido al dispendio originado, por lo general, por conflictos bélicos. Un caso digno de destacar lo constituye el de Felipe IV, el Hermoso -de Francia- que esquilmó a los cambistas o prestamistas judíos y lombardos, en primer lugar, y confiscó la hacienda de los templarios posteriormente. Las devaluaciones de la moneda, que se efectuaban reduciendo el porcentaje de plata y oro que el dinero circulante contenía (moneda de baja ley), eran cada vez más frecuentes y, en determinadas ocasiones, se recurrió a la emisión de mala moneda,que consistía en emitirla sin cantidad alguna de estos dos metales preciosos. Esto ya no era devaluación, sino alteración total del sistema monetario.
Tales operaciones fraudulentas se repitieron a lo largo del XIV y del XV y provocaban un aumento espectacular de los precios y la desaparición de la buena moneda,que era guardada celosamente por los afortunados que la poseían. El colapso monetario, especialmente en Francia, fue tan grande que, en muchos casos, volvió a aparecer la economía del trueque o intercambio de productos y, además, provocó el almacenamiento de mercancías y la escasez en todos los sectores.
Las devaluaciones y emisión de mala moneda se extienden por toda Europa en las dos primeras décadas del siglo XIV y se repiten, en unos concretos periodos de tiempo, hasta la segunda mitad del XV, aproximadamente. La inflación, provocada por las alteraciones monetarias, repercutió en los precios de los productos alimenticios, que aumentaron vertiginosamente, causando estragos entre el pueblo llano.
Estas turbulencias monetarias afectaron plenamente al principal negocio de los judíos, dirigido al préstamo de dinero con intereses. Los representantes de los concejos en las Cortes de Castilla intensificaron, a lo largo del siglo XIV, sus demandas a los respectivos monarcas, en orden a conseguir aplazamientos de deudas e, incluso, la condonación de las mismas, basándose en abusos, reales o imaginarios, por parte de los prestamistas y en el estado calamitoso en el que se encontraba la gran mayoría de la población.
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