Por Salvador González González.
Estamos a poco de la fecha que cito al comienzo como referencia importante, en el tema ya manoseado y manido del referéndum unilateral y contrario al orden constitucional que Puigdemont anuncia contundentemente que se celebrará en Cataluña, a pesar de que vemos cómo el gobierno central afirma todo lo contrario y, además, notamos como esta vez sí parece que se están tomando medidas al respecto (control de partidas presupuestarias para que no se destinen dineros a sufragar gastos relacionados con el 1.O, fecha fijada para el mismo, impugnaciones antes el T.C. de toda ley y actuación que tenga que ver con ello, entre otras).
Hay algo que no tiene sentido en toda esta maraña de hechos, acciones de tapadillo, o exprés; apariciones reiteradas con mucha bocina y aparato mediático anunciando la buena nueva del referéndum catalán, que los va a llevar a una era de oro y felicidad, según los promotores. ¿Dónde puede estar el truco? Es sabido que, desde Artur Mas hasta ahora con Puigdemont, se han buscado estrategias de camuflajes y engaños para obtener objetivos que de otra manera quizás no hubiese sido posible. A esto le han llamado ser más listo que el oponente gobierno de España.
¿Ahora también hay alguna “ropa de camuflaje” para intentar de nuevo “dar gato por liebre”? Visto lo que ha venido y viene sucediendo, pudiera ser. Y ahí juega mucho la fecha señalada, para dicha hipótesis; según mí intuición, esa fecha es el límite para poder convocar elecciones autonómicas, con respecto a la fecha que se baraja: 1 O. ¿No podría Puigdemont anunciar estas y así, aprovechando dicha convocatoria electoral perfectamente legal y dentro de sus competencias presidenciales, camuflar de nuevo una urna, ex profeso, independiente para la consulta soberanista y así aprovechar las autonómicas, intentando, como ya se hizo en otra ocasión, transformar a estas en plebiscitarias y llamando a votar también en otra, en la situada aparte, bien en el mismo local o cercano a él, e incluso utilizando, si le fuese necesario, alguna de las asociaciones independentistas, regadas por cierto con dinero del erario público, directa o indirectamente, como parece se viene haciendo desde hace ya bastante tiempo?.
Veremos cómo acontecen los hechos y sacaremos conclusiones. Yo tengo la extraña intuición de que, una vez más, irán de “listillos” buscando alguna “trocha” para intentar llegar al destino propuesto. Si así sucediera con este que yo he insinuado u otro similar, de nuevo tendríamos un referéndum no homologable, sin garantías, ilegal, y sin tener seguridad y certeza de que la voluntad mayoritaria de los catalanes de verdad ha sido expresada. Se ha engañado mucho y me temo que se seguirá engañando. Se han utilizado los sentimientos y la ilusión de muchos, que unos con buena fe, otros no tanto (se han movido por intereses diversos), se han dejado embaucar por mensajes claramente, en muchos casos, contrarios a la verdad, siendo embaucados de una manera atroz.
Con todo lo dicho, no sé si se celebrará o no el ya machaconeado referéndum; pero analizando los prolegómenos, sí tengo la seguridad de que lo que salga de todo esto tiene toda la pinta de que será una enorme chapuza.
Estamos conmemorando el 25 aniversario de la Olimpiada 92 de Barcelona. Efeméride que nos llenó de orgullo a todos ‑barceloneses, catalanes y españoles‑, que supuso un momento en que nos internacionalizamos y soltamos lastres pesados de años atrás, de oscuridad y calamidades .Fue entrar en la modernidad gracias al esfuerzo de todos, empezando por los propios catalanes, pero a lo que toda España se entregó para el éxito de la misma, que ciertamente lo fue en todo, no solo en lo deportivo, que también. Al cabo de estos 25 años, parece que se intenta volver a etapas superadas, con posiciones egoístas e insolidarias que, de seguir así, me temo que puedan convertir a esa Cataluña del 92 Universal en una España abierta al mundo, en otra pueblerina (en el sentido más negativo del término) y chocando con una España de la que siempre ha formado parte y han contribuido a su plena expansión y modernidad como lo hizo en esa efeméride del 92.