Por José María Berzosa Sánchez.
1. Pronombre reflexivo, con pleno significado y función propia, en las estructuras reflexiva y recíproca:
§ Luis se compró un traje. Ellos se escriben con frecuencia.
2. Mantiene su función, pero adquiere un valor enfático por su uso innecesario:
§ Se tomó un café. Mis amigos se sintieron incómodos.
3. Se une al significado del verbo en las construcciones llamadas pasiva refleja e impersonal, impide toda alusión a un agente y pierde su contenido reflexivo:
§ Se han enfadado tus padres. Se queja de todo.
FORMAS Y USOS DE SE
a) Sustituye a le, les, en la función de complemento indirecto, cuando coinciden con otro pronombre de tercera persona:
§ Eso no se [*le] lo consiento a usted. Eso no se [*les] lo consiento a ustedes.
b) Realiza las dos funciones de complemento directo y complemento indirecto, y sólo se utiliza con las formas 3.ª y 6.ª del verbo:
§ Él / Ella se lava [la cara]. Ellos / Ellas se lavan [la cara].
c) El se reflexivo y el recíproco realizan la misma función, aunque puedan significar acciones diferentes. En Ellos se lavaron puede entenderse que ‘cada uno se lavó a sí mismo’ o que ‘se lavaron mutuamente’.
d) Hay verbos que obligatoriamente van acompañados de un reflexivo: atreverse, arrepentirse, jactarse, quejarse, suicidarse, vanagloriarse… Se conocen como verbos pronominales y pueden detallarse con un complemento preposicional: Juan se jacta de su mala acción.
LAS PERÍFRASIS VERBALES
Son construcciones no perifrásticas muchas secuencias de /forma verbal + adyacente/.
A. Esperamos ganar.
B. Desistió de presentarse.
En ambas expresiones no existe perífrasis, puesto que es posible el cambio del segundo componente representándolo junto al verbo con un pronombre, que demuestra su función de adyacente: complemento directo en A, Lo esperamos; complemento preposicional en B, Desistió de ello.
La función adjetiva esencial del participio, por muy íntima que sea la relación de su noción léxica con la del verbo personal, no llega a formar verdaderas perífrasis, salvo la ya fosilizada en las formas compuestas de la conjugación verbal: habíamos ido.
Tampoco el gerundio, en función de atributo: Juan está ¬cantando [lo], o de circunstancial: Juan se marchaba ¬cantando [así], pierde del todo su independencia por muy unido que esté con el verbo personal. Por ello, uno y otro pueden ser sustituidos como el adjetivo en la función de atributo. El referente pronominal lo es sustituto del adjetivo en Está caliente; del gerundio en Está ardiendo; y del participio en Está quemado.
Procedimientos para distinguir las perífrasis
Hay dos procedimientos para distinguir si una combinación de unidades funciona como perífrasis verbal: uno es semántico; otro es sintáctico.
Criterio semántico
Si el verbo auxiliar conserva su habitual referencia de sentido, no hay perífrasis; si esa referencia se modifica o anula, hay perífrasis. Voy a comer tiene doble interpretación:
1. ‘Me encamino’ a comer.
2. ‘Estoy dispuesto a empezar’ a comer.
En 1, el presunto auxiliar conserva su propia denotación de movimiento. En 2, voy señala una actividad figurada. Una misma expresión puede no ser perífrasis: 1; o sí serlo: 2.
Criterio sintáctico
Si el segundo componente se puede sustituir por un pronombre, no hay perífrasis.
No hay perífrasis:
1. Esperamos ganar — Lo esperamos.
2. Desistió de presentarse — Desistió de ello.
3. Voy a comer — Voy a ello / para eso.
Sí hay perífrasis:
1. Suele ir al cine — Suele ir a eso.
2. Debe hacer el examen — Debe hacerlo.
3. Sabía cantar ópera — Sabía cantarla.
Si no se cumplen los dos criterios, no hay perífrasis. Si se cumple uno de ellos, puede haberla. En Juan se puso a gritar como un loco, el verbo pronominal ponerse exige un complemento preposicional, en este caso a gritar / a eso. Según el criterio sintáctico no hay perífrasis; pero ese mismo criterio nos indica que ponerse ha perdido su significado de ‘situarse, colocarse, prepararse, dedicarse…’ y que en esta expresión ponerse significa ‘inicio del proceso’. Por otro lado, la sustitución de la perífrasis se puso a gritar por el verbo gritaba respeta el sentido de la oración y el aspecto durativo del grupo verbal, salvo que pierde el aspecto incoativo que marca el verbo auxiliar eliminado. Por tanto, estamos ante una perífrasis.
PERÍFRASIS CON INFINITIVO
Son siempre perífrasis las formadas con los llamados verbos modalescomo primer componente. Los más frecuentes son Suelo / Puedo / Debo trabajar todos los días. Otras son las que necesitan el transponedor que, como Hay / Tengo que hacer algo. También, las que necesitan una preposición antepuesta al infinitivo, como has de abrir, me eché a correr, etc.
Fuera de contexto, estas últimas combinaciones de infinitivo pueden ser equívocas, según hemos dicho arriba. Cuando no hay perífrasis, responden a preguntas sobre un posible adyacente circunstancial del núcleo:
A. —Va a esquiar. ¿A dónde va? —A esquiar.
B. —Vino a decir que nos callásemos. ¿A qué vino? —A decir que nos callásemos.
Cuando son perífrasis contestan a preguntas sobre el complemento directo del infinitivo y sobre la propia noción léxica de este.
C. ¿Qué va a hacer? —Va a esquiar. ¿Qué dijo? —Dijo que nos callásemos.
PERÍFRASIS CON GERUNDIO Y PARTICIPIO
Cuando son perífrasis contestan a preguntas que mantienen el esquema de /verbo+gerundio/, o /verbo+participio/.
A. ¿Qué anda organizando? —Anda organizando un viaje.
B. ¿Qué tengo dicho? —Tengo dicho que no hay que llegar tarde nunca.
Cuando no son perífrasis, el gerundio y el participio pueden ser sustituidos por el pronominal lo:
A. El presidente está descansando — Lo está.
B. El presidente está descansado — Lo está.
O la pregunta ha de referirse al primer verbo:
C. ¿Cómo sube? —Sube corriendo.
D. ¿Cómo se encuentra? —Se encuentra mareado.