Por Fernando Sánchez Resa.
Con motivo de la Bendición de la imagen de Jesús Nazareno, hace tres cuartos de siglo, la Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno “Llamado de las Aguas”, Santísima Virgen de los Dolores, San Juan y la Verónica (fundada en 1577) ha organizado un ciclo de conferencias en los tres últimos viernes de este mes de abril: “Jacinto Higueras, escultor” por Arsenio Moreno Mendoza (día 15); “Religiosidad popular e historia a través de la Semana Santa de Úbeda: La Cofradía de Jesús hasta 1936”, por Adela Tarifa Fernández (día 22); y “1941-1951. Una década procesional con la talla de Jacinto Higueras”, por Pedro Mariano Herrador Marín (día 29).
Como he tenido la suerte de asistir a la segunda, no quiero dejar pasar la ocasión de comentarla, lo más resumidamente posible, aún sabiendo que estos actos culturales son minoritarios y para gente escogida.
Por eso, me acerqué a la sala Julio Corzo del Hospital de Santiago, a las 20:45 h, quedando impresionado por la larga cola que aguardaba la apertura del auditorio para la clausura del undécimo ciclo “Ámonos pal flamenco” de Antonio Álvarez Pitingo y su grupo, con su flamenco y soul latino, que iba a actuar a beneficio de la Asociación de Alcohólicos Liberados Nuevo Día (Nudialli).
Tras la extensa presentación de la conferenciante de lujo (Adela Tarifa Fernández) y el agradecimiento por parte de un componente destacado de la cofradía, la profesora, historiadora e investigadora granadina, afincada en nuestra ciudad, tuvo a bien deleitarnos, durante una hora exactamente, mediante su verbo fácil y sencillo, con una charla amena y profunda, que quiso dividir en tres apartados: Semana Santa, lo que aporta la religiosidad popular y su importancia; las cofradías y su origen; y algunos datos históricos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y su amplio campo social.
Dando las gracias a los amigos y personas que le habían ayudado (o facilitado) su labor investigadora y valiéndose de una amplia documentación del archivo municipal, de la propia cofradía e incluso de textos orales como el de don Antonio Vico Hidalgo…, supo exponer valientemente (incluso leyendo textos originales) unos valiosos hechos históricos que yo resumiría en tres ideas fundamentales:
Una. La religiosidad es inherente y la lleva implícita el ser humano durante todos los tiempos (los que se fueron, los actuales y los que vengan) y siempre se verá plasmada en las cofradías de Semana Santa, pues ellas amortiguan el miedo, la soledad, el desamparo…, que provoca el más allá; y, además, sirven de consuelo al vivir cotidiano, amparando y socializando su sentido religioso.
Dos. La iglesia católica, como institución, y los partidos políticos que han detentado el poder, han querido y sabido acompañar y aprovechar ese impulso social, puesto que dentro de las cofradías hay un deseo afectivo igualador (muy loable) de las clases sociales; aunque los segundos, no siempre han sido todo lo hábiles que se esperaba en las épocas que comentó la conferenciante…
Tres. La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno siempre ha tenido espíritu de servicio y entrega al campo social, tanto de/a sus cofrades activos como a la sociedad en general, ya que sus estatutos siempre han marcado y proporcionado ayuda y consuelo en la enfermedad, muerte, pobreza, desamparo o cualquier otro tipo de vicisitud; especialmente antaño, cuando no existía (como hoy) la Seguridad Social…
Adela acabó expresando su tristeza, porque los seres humanos tropecemos tantas veces en la misma piedra: «No dejando al otro que sea libre…»; como quedó patente en las Semanas Santas de la época de la República. No obstante, reiteró su esperanza de que esto no vuelva a repetirse en un futuro.
Sin preguntas que hacerle a la ponente por parte del público, el Hermano Mayor, Juan Marín Rodríguez, hizo entrega a Adela Tarifa de una placa‑escultura de Jesús Nazareno, en agradecimiento por la redonda conferencia impartida, mientras una cerrada ovación premiaba su extensa y certera disertación.
A la salida, la noche ubetense se había tornado un tanto jaranera, mientras las calles y bares gozaban de una confluencia amistosa, propia de este grácil fin de semana abrileño…
Úbeda, 22 de abril de 2016.