Por Fernando Sánchez Resa.
Una vez jubilado, quise alcanzar un anhelo largamente soñado: aprender la lengua de William Shakespeare, puesto que pertenezco a una de las muchas generaciones que estudiamos, a lo largo de toda nuestra vida académica, el bonito y sonoro idioma de La Fontaine. Así, mi horizonte literario y vital se ensancharía aún más; especialmente, ahora que andamos en un mundo globalizado en el que el inglés se ha impuesto cual esperanto universal, como herramienta imprescindible para desenvolverse con mediana soltura.
Tras darle bastantes vueltas al asunto, me decidí por hacerlo en el mismo centro donde me hice maestro: en la Safa de Úbeda. ¡Qué mejor lugar que el Centro de Lenguas Modernas “Jesús Mendoza”, cual acertado frontispicio, con las buenas resonancias que me proporcionaba recordar a mi antiguo profesor de historia en segundo de magisterio; quien, estoy seguro, andará por los campos celestiales impartiendo honestidad y dedicación como ya nos las demostró a todos los que tuvimos la suerte de encontrarnos con él en vida…!
Por ello, sumamente ilusionado, emprendí el alucinante viaje del aprendizaje de un nuevo idioma, cual aventura soñada, que me ha hecho revivir el rol de alumno, tanto tiempo olvidado, proporcionándome buenos momentos, y bastante complicados también, especialmente a la hora de los exámenes finales…; pues, como siempre advertí a mis alumnos, de cualquier edad o condición: «Todo aprendizaje es fascinante, pero supone un duro trabajo que requiere tesón y pundonor…».
Y como siempre he creído que “es de bien nacido ser agradecido”, debo y quiero dar mi más sincero agradecimiento a las maestras que con tanto cariño me han enseñado durante este período académico, vivido tan intensamente. Gracias a vosotras: las dos Verónicas, Nieves, Mariu, Astrid (también a Jon por el regalo de su meritorio libro bilingüe Desde las Américas a Jaén (From the Américas to Jaén). Os doy las gracias por el intenso esfuerzo que habéis realizado y por los ánimos recibidos para que mi inglés haya florecido y vaya creciendo lentamente… Tengo el firme propósito de proseguir su práctica y estudio, aunque ya no sea en vuestras aulas. La semilla ha quedado bien plantada, queridas teachers.
Úbeda, 17 de marzo de 2016.