Por Manuel Almagro Chinchilla.
Alamillo – Almadén, 14,4 km.
Esta fue la etapa de la jornada del día 14 de julio. Corta y calurosa, aunque la brevedad la hizo muy llevadera. Un recorrido por un camino de tierra que se toma a la salida del pueblo, detrás de la gasolinera.
Llegamos a Almadén a las 10:30 de la mañana y nos dirigimos a la parroquia, donde nos esperaban los sacerdotes: don Álvaro, Juan Carlos y Amadeo. Departimos amablemente con ellos, contándoles las incidencias y detalles de la peregrinación. También nos llaman de Radio Úbeda, en directo, y damos detallada información de la marcha y de los incidentes habidos. Nos ofrecen para alojarnos una casa de convivencia que tienen en Chillón, a 8 kilómetros; obviamente, desistimos debido a la distancia y aceptamos quedarnos en la casa de cofradías.
En el pueblo, a la vista de nuestra indumentaria, nos llaman “peregrinos”, por primera vez desde nuestra salida, quizás debido a la proximidad del Monasterio de Guadalupe, donde existe la tradición de ir de romería; tampoco era difícil de adivinar luciendo una vieira y la calabaza. Una mujer, Magdalena López, queda impresionada cuando le contamos nuestras pretensiones de ir a Santiago y nos da 20 duros para el cepillo de la catedral compostelana.
