Lo que voy a contarles no es nada novedoso (ni es la primera vez que me haya ocurrido; ni será la última…); y cualquier persona que lo lea se verá más que identificada, pues seguro que habrá vivido esta situación más de una vez.
Habiendo comprobado que la última factura de luz no concordaba con lo hablado con la operadora en días anteriores, quien me había asegurado que todo seguiría igual, a raíz de haber cambiado la domiciliación bancaria a otro banco, marco el número que por bemoles me obligan, (que no es el normal, incluido en el bono fusión al que estoy apuntado; ni el gratuito, sino otro de pago extra) y lo primero que te dicen es que se va a grabar la conversación telefónica, por si acaso; y, además, te dan de rondón una información más que subliminal, claramente tendente a hacerse su propia propaganda descaradamente, para que, cuando haya terminado, te pidan que marques el número correspondiente (1, 2, 3…), según el asunto que quieras informarte o preguntar.