Pregón de Feria 2013, y (d)

La historia no se repite, se cuenta y sobre todo aporta experiencia y madurez

Ahora veo con una gran satisfacción y sigo con enorme interés todo lo que se publica de la sierra, en esa magnífica página de internet de los “Amigos de la Sierra del Pozo” que vio la luz gracias a Francisco Cruz, Paco el Chapista, KRANKER, el gran KRANKER que ha revolucionado todo el universo internauta del montañismo. Sigo sus rutas organizadas descubriendo con ellos otros parajes nuevos para mí, porque la variedad es inagotable y ha logrado involucrar a montañeros de toda España que elogian las características geográficas de nuestra sierra para practicar todo tipo de deportes de montaña. Vemos cómo surgen, a imitación suya, “Amigos de sierras” en toda la Península.

Los Amigos de la Sierra del Pozo, a donde tengo el orgullo de pertenecer, es una referencia obligada para el amante del mundo del senderismo. Y muy bien puede ser un ejemplo de cómo hacer para promocionar y dar a conocer las rutas turísticas que tienen como centro neurálgico a Pozo Alcón, rutas que se dirigen hacia los cuatro puntos cardinales. Entre ellas quiero mencionar la que llega hasta las Sequoias gigantes de la Losa, vía Castril y pantano de San Clemente. O la de Jabalcón, Negratín, Baños de Zújar. O la de Hinojares, Chíllar, Castellones de Ceal. O la de la Cueva del Agua, Tíscar y Quesada. Pero para ello hay que asumir y creérnoslo de que Pozo Alcón es el centro neurálgico.

Amigos, voy a ir terminando, pero antes no puedo dejar de mencionar una ruta que no tiene nada que ver con las anteriores, quizá no del todo conocida, que está muy vinculada a Pozo Alcón y que no tengo la menor duda de que, en su día, tendrá un futuro espléndido. A mí me hizo vivir la experiencia más maravillosa de mi vida. Me refiero a la Vía del Sureste, que parte desde Tíscar con dirección a Santiago de Compostela. Es un camino de peregrinación jacobeo, diseñado y preparado desde aquí; y, desde aquí, se inició a pie, participando un grupo de personas, alguna de ellas presente ahora aquí.

Es una vía que pretende fomentar las peregrinaciones desde esta parte del Sureste de la Península a Santiago de Compostela, pero dando relevancia a todo lo nuestro, descubriendo y redescubriendo puntos, lugares de inusitado interés desde cualquier punto de vista que se mire: histórico, cultural, monumental, de naturaleza… Resaltaré los más importantes: Tíscar, Quesada, las ciudades patrimonio de Úbeda y Baeza, la monumental Baños de la Encina, Sierra Morena, la Virgen de la Cabeza, Santuario de la Virgen de Guadalupe, Monasterio de Yuste, Valle del Jerte, hasta enlazar con la conocida Vía de la Plata y posteriormente con el Camino Francés, en Astorga. Todo esto está documentado y son realidades que están ahí, aletargadas, esperando su reactivación en la que la juventud tiene mucho que decir.

Y no quiero terminar sin decir algo a la juventud, a nuestros hijos, que están sufriendo una dura crisis. Una crisis que la padecemos todos. Mirad, siempre ha habido crisis, preguntad a vuestros padres, preguntad a vuestros abuelos. Se repiten con bastante frecuencia y afectan a todos los órdenes de la vida. Desde que tengo uso de razón, es una palabra que he oído periódicamente. Las crisis se superan con recursos. La principal fuente de recursos está aquí, en la cabeza. Las dificultades agudizan el ingenio. No tengamos la menor duda, saldremos de la crisis, como siempre se ha salido; y, en nuestro tiempo, con un “hoyo de pan y aceite”. Miremos a nuestro alrededor, veamos qué materias primas tenemos, busquemos de qué realidades partimos y pongamos a trabajar las neuronas. No las dejemos ociosas, porque ese es el peor de los males para los humanos, jóvenes y viejos. Busquemos, proyectemos, innovemos sin miedo al fracaso, rompamos moldes si es preciso, pero siempre con honradez y solidaridad. No estamos ante el abismo, estamos ante una nueva etapa de la evolución del ser humano, tan frecuente como precisa, como las que se han ido sucediendo desde que el Cromañón habitaba en las cavernas.

Os voy a decir algo que tenía como lema un gran presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, una frase que seguramente todos conocéis: «Sólo hay que tenerle miedo al miedo». Con esa convicción, le hizo frente a aquella crisis demoledora: la Gran Depresión, el crac de 1929, que desembocó en la Segunda Guerra mundial. El único presidente que ha sido elegido en cuatro legislaturas.

Os digo otra más: son unos versos sacados del Cántico espiritual de ese gran místico, precisamente muerto en Úbeda, San Juan de la Cruz:

Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas.
Ni cogeré las flores,
ni temeré a las fieras
y pasaré fuertes y fronteras.

Bien, me despido, dándoos las gracias por todo lo que me habéis dado en los veinte años que he estado entre vosotros, en especial toda la obra periodística que ha generado Pozo Alcón y que conservo con el mayor celo.

Ya sé que veinte años en la vida de un pueblo es una insignificancia, una minucia. En la vida de una persona es una profunda huella.

Y ahora nos vamos. La Feria nos espera.

Decid conmigo:

¡VIVA SANTA ANA! ¡VIVA POZO ALCÓN!

 

almagromanuel@gmail.com

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