Sí, ya sé que he usurpado este título del gran trabajo de Ortega y Gasset. Pero es sin intención malsana, ni de lucrarme a costa de tan gran filósofo.
Mas es verdad que esta España nuestra ‑Mi querida España, esta España mía, esta España nuestra‑ que ya cantaba Cecilia, sigue y continúa desmanguillada y descompuesta tras siglos y siglos de recorrido histórico. Más que vivir entre costuras, nosotros vivimos, a lo más, entre hilvanes.