¡La plazoleta dorada
en la tarde silenciosa…!
Entre las verdes moreras,
los niños juegan a bolas…
¡Arco de Santo Domingo!
¡Puerta bella de Granada!,
golondrinas por el cielo
en esta caduca hora…
Por Úbeda voy caminando,
recatada, soñadora,
entre casas solariegas
y torres que al cielo rozan…
En ella se eleva mi alma,
en este otoño dorado,
hacia el cielo azul y rosa.