Despedida de cine, 01

Todo comenzó hace un tiempo, cuando la directora del CEIP “Virgen de Guadalupe” de Úbeda (Jaén) fue moviendo los invisibles hilos del agradecimiento y la nostalgia, preparando una triple jubilación, la de los compañeros Rosa M.ª Llinares Armengot, Juan Ramón Jódar Ogáyar y Martín de la Torre Fernández, mediante una preciosa tarjeta donde se anunciaba (con las fotos de los tres) que, en el Salón Aguas Blanquillas (en la carretera Úbeda‑Torreperogil), iban a ser agasajados, como se merecen, el día 26 de junio, miércoles, con una comida de gala y muchas sorpresas más…

Llegado este tórrido día de verano, se congregaron diversas tribus docentes y educativas (además de particulares, familiares y amigos) que no quisieron perderse el emotivo acto que allí iba a producirse… El colegio “Virgen de Guadalupe” ‑en pleno‑ hizo acto de presencia; casi lo mismo le ocurrió al CEIP “Virgen de la Misericordia” de Torreperogil, donde dos de los jubilados (Rosa M.ª y Martín) pasaron muchos años de su carrera docente aportando su saber educativo y humano; incluso vino gente de Peal de Becerro, además de muchos amigos y jubilados que deseaban asistir al irrepetible evento…

Todo lo que allí ocurrió (y que yo pretendo relatar), fue como una película de cine; con final feliz para los tres intérpretes principales, que disfrutaron, en vivo y en directo, del cariño que todos les profesaron; convirtiéndose, al final de la tarde, en protagonistas de una película fotográfica entrañable (con banda sonora incluida, de canciones muy conocidas y que forman parte de la historia personal y generacional de los tres…), haciendo un recorrido festivo del caminar docente de estos tres maestros‑artistas que, en este día, fueron dignos de admiración, sin tener que desplazarse a Cannes…

Hubo momentos inolvidables y fotos sorprendentes e imperecederas, ya que todo el mundo quería estar junto a los homenajeados, pues irradiaban optimismo y alegría por los cuatro costados; aunque me van a permitir que diga toda la verdad: fue Rosa M.ª, como bella y joven jubilada que no aparenta la edad que dice tener (ya lo comentaría, en voz alta, Felipe García Mino, nuestro inspector, en su discurso posterior; a lo mejor es que la naturaleza y sus padres la han dotado de esa belleza especial y ese encanto personal inigualable que sabe encubrir la edad real), la que se llevó más fotografías por minuto ‑como principal y única actriz del reparto estelar de esta película que estoy comentando‑. Bastantes fuimos condicionados fotógrafos a los que ella se prestaba con su sonrisa y amabilidad características, para que no olvidásemos nunca estos momentos vividos en común felicidad… Todos quisimos fotografiarnos con los homenajeados (y principalmente con ella…); por ver si se nos pegaba lo bueno que tienen estas tres personas que han entrado, con tan buen pie, en esa jubilosa senda…

 

Martín, Rosa María y Juan Ramón.

Los escogidos y sabrosos aperitivos; la conversación distendida y evocadora de ciertos momentos felices de toda una vida profesional, familiar y personal; y los exquisitos manjares regados por escogidos caldos hicieron que las muchas horas que anduvimos en el luminoso espacio donde nos concentraron a todos (jubilados, familiares, compañeros y amigos), se nos pasasen por entre las manos. En el amplísimo salón también estaban componentes de otro instituto que festejaban su particular “final de curso”…

Notamos el calor del exterior ‑aunque dentro era mucho mayor el calor humano…‑ cuando fuimos hacia la discoteca, donde las sinceras palabras de agradecimiento y nostalgia iban a colmar la memoria y los corazones de todos los asistentes; regadas, varias veces, con lágrimas sinceras de los tres protagonistas de la celebración…

Una vez instalados la megafonía y el ánimo colectivo, comenzaron los sinceros parlamentos como corolario de sus periplos docentes, con la proyección final de un documental fotográfico de sus andanzas profesionales y personales…

Comenzó la hábil maestra de ceremonias, Juana M.ª Cantos, preparando el terreno de lo que se avecinaba… Seguidamente, tomó la palabra Felipe García Mino, en nombre propio y en el de la Consejería de Educación de Jaén, condensando ‑en pocas y enjundiosas palabras‑ la valía de los tres maestros presentes, resaltando su largo y fructífero historial docente…

Luego, se produjo la inesperada y sorprendente graduación de los tres jubilados; pues si así se hace, todos los cursos, a los niños de infantil y primaria de este colegio, ¿cómo no hacerlo a estos tres ínclitos maestros…? La ceremonia de imposición de las azuladas becas; la entrega de sus correspondientes diplomas acreditativos ‑expedidos por la Consejería de Educación de Jaén‑; y la música de Pompa y circunstancia transformaron esos momentos en celestiales destellos, especialmente para los ‑ya‑ jubilados…

 

Juan Ramón, Martín, y Rosa María.

A continuación, tomó el micro una compañera del colegio Virgen de Guadalupe (Margarita Latorre García), que glosó sus tres vidas dedicándoles, además, tres canciones, adaptadas por ella misma. Por su original validez y grata sorpresa para todos, especialmente para los homenajeados, transcribo su intervención a continuación.

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