Características biológicas, y 3

03-06-2012.


Dimorfismo sexual.

Una característica muy notable en estas aves es el casi inexistente dimorfismo sexual, siendo muy complicado diferenciar los machos de las hembras (fig. 13), pudiéndolo hacer con mucha práctica por la presencia de una cresta córnea más amplia y desarrollada en los machos que en las hembras, así como por unas carúnculas de mayor tamaño en los machos.

 

Fig. 13. El dimorfismo sexual es poco acusado, por lo que no es sencillo diferenciar a los machos de las hembras.

Por su parte, las hembras presentan el dorso y el lomo horizontales, mientras que en los machos esta región aparece combada, con lo cual su porte resulta más erguido y esbelto, aunque su tamaño y su peso sea algo inferior al de las hembras, siempre y cuando ambos sexos pertenezcan a la misma estirpe y se críen en condiciones similares.

En definitiva, este dimorfismo sexual es más bien poco acusado, basándose en caracteres imprecisos y, muchas veces, equívocos.

Comportamiento.

El hábitat original de la pintada es África; por ello puede observarse de manera natural en comarcas de este continente donde la vegetación es pobre, pero que no están totalmente descubiertas, viéndolas moverse de manera dispersa, aunque formando grupos, en llanuras áridas con escaso matorral, donde encuentran principalmente su alimento, o entre los bosques de acacias que constituyen su principal refugio, ya que se alimentan en el suelo, pero duermen en la copa de los árboles, protegidas de sus depredadores. También pueden encontrarse en bosques, ya sean zonas forestales situadas en valles o en colinas cercanas a cursos de agua, aunque esto solo es propio de un pequeño grupo de variedades de pintada. Por esta misma situación, el clima más conveniente para la pintada es un clima seco y soleado con temperaturas elevadas, teniendo preferencia por suelos secos y arenosos.

Su alimentación es muy variada; en estado salvaje se alimentan principalmente de semillas y de insectos, aunque su dieta varía según la comarca y la estación; así, en la época de la primavera y coincidiendo con las lluvias, suelen alimentarse de larvas y de insectos, mientras que el resto del año comen semillas de todo tipo y pequeños brotes de hierbas. Por su parte, las pintadas de granja se alimentan con pienso para aves de corral, complementando su dieta con otros alimentos (semillas e insectos) que encuentran en el corral cuando la explotación es en régimen extensivo y viven en parques de paseo al aire libre.

La pintada, tanto en estado salvaje como doméstico, presenta un instinto muy gregario, reuniéndose en grupos numerosos que pueden ir desde la veintena de individuos hasta varios centenares; solamente se puede encontrar formando parejas separadas durante la época reproductiva, debido a que es monógama, así como durante el periodo de crecimiento de los pintadones, momento en que se pueden observar las parejas con sus crías del año.

En otro sentido, hay que destacar que se trata de un ave con una actitud muy altanera y audaz, e incluso, en muchas ocasiones, provocadora, sobre todo cuando se encuentra en una situación de confinamiento. En contra, tiene una reacción asustadiza ante cualquier tipo de peligro, corriendo rápidamente o incluso escapando con vuelos cortos, sobre todo cuando se halla al aire libre en parques de paseo. Además, son individuos con una alta sensibilidad ante cualquier ser extraño en su lugar habitual, ya sea en confinamiento o en parques de paseo, presentando una reacción muy curiosa, ya que de inmediato comienzan todas juntas y con fuerza a gritar, siendo unos graznidos muy característicos; en el caso de los machos, estos emiten un sonido parecido al de las sílabas “cir, cir…”, mientras que las hembras emiten un sonido que se podría representar como “coquah, coquah…”.Por ello, es muy conveniente situar la granja en una zona tranquila y alejada de carreteras y vías de paso, para mantener un ambiente sosegado que les permita desarrollarse mejor.

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