Magna exposición, en Úbeda, del maestro Espadas Salido

Una de las muchas cosas en que puede gloriarse Úbeda es tener una pléyade de grandes artistas, entre los que destaca, sin lugar a duda, nuestro admirado Antonio Espadas Salido. Lo avala su fidelidad al arte genuino y personal que no ha querido abandonar, y que ha ido perfeccionando para ser más maestro en el arte de recrear y mejorar la pura y cruda realidad que nos circunda, magnificándola incluso en su simpleza y cotidianeidad, destacando todo cuando de íntimo, solitario y personal pueda aportarnos.

Su visión de la vida como artista siempre ha sido ir donando a su ciudad todo su arte y bien hacer para ir explorando, mediante su talento creador y dentro del más puro realismo, pues no quiere edulcorar lo que le sale al paso a base de emprender caminos que una vez tomados ya no tengan retorno… Su escuela siempre ha sido pintar lo cotidiano, lo sensible, lo que llega al corazón nada más vislumbrarlo… No ha querido falsear ‑por itinerarios insospechados‑ el arte de crear, ni tratado de buscar su Ítaca lejos de su propia Úbeda monumental y alrededores, campestres o aldeanos, pues siempre supo que, sin tener que salir de la ciudad que le vio nacer, tenía el empíreo ganado con solo fijarse ‑con aguda visión y numen prodigioso‑ en sus monumentos, en sus rincones recónditos, en esos paisajes que, por cercanos ‑como le pasó a nuestro comprovinciano Zabaleta‑, no estaban exentos de belleza, si sabía hacer una recreación personal utilizando, solamente, los instrumentos del color y el dibujo, el pincel y la paleta, el buen oficio de pintar y la mejor sabiduría para saber captar la íntima inspiración que todo buen artista tiene dentro, si sabe escuchar la voz que le dice, como a Lázaro, «Levántate y anda».

Ahora, todos los ubetenses y visitantes de esta patrimonial ciudad tienen la ocasión de admirar el buen hacer de un gran maestro en muchas lides, pero especialmente en el arte de la pintura, Antonio Espadas Salido, que el pasado 15 de marzo, inauguraba su exposición El óleo y la acuarela en mis paisajes en la Sala “Pintor Elbo” del Hospital de Santiago de Úbeda, y que estará abierta hasta el 8 de abril.

Antonio vuelve a sorprendernos, pues es maestro de oficio largo, como ha sabido fidedignamente hacer ‑perfeccionado con los años‑ desde que fue alumno y, después, profesor de la Escuela de Artes y Oficios ubetense, donde tanto tiempo impartió docencia ‑sencilla y eficiente‑ a múltiples alumnos que quisieron acercarse para coger los primeros y siguientes rudimentos del dibujo artístico y lineal. No obstante, ya en su droguería de la calle Real, daba clases magistrales vendiendo y aconsejando los productos necesarios para plasmar en arte propio lo que su sabia mano y su mejor inteligencia le dictase a cada cual…

Espadas Salido muestra, en distintos formatos y con dos técnicas, la pura y sencilla realidad de nuestra ciudad y sus aledaños, mejorada y ampliada, con luces y sombras añadidas; caminos y callejones ‑conocidos o no‑, mas siempre sorprendentes; olivares y vistas naturales del campo y de pueblos jiennenses que se encuentran a la vera del camino…; y que todo “cérrimo” ubetense o forastero quisiese tener en su hogar…

Sus paletadas al óleo, con nevadas esplendorosas, nocturnos luminosos y estudiados colores, hacen volar nuestra imaginación sobre el pasado glorioso ‑o anónimo‑ de muchas de nuestras calles y plazas, remarcándolas con un halo de recreación personal para que el visitante disfrute de un íntimo recorrido, donde fácil es reconocer cualquier calle o paisaje, siempre mejorados por el insigne artista que sabe dotar su pintura con una pátina de belleza presencial y votiva. Y que el observador se sorprende cuando busca ‑o encuentra‑ ese mismo lugar, comprobando que sus cuadros lo superan en belleza y expresividad…

Sus oleos son exacto reflejo de la maestría que ha sabido adquirir y ejercer durante su larga vida creadora. Sus acuarelas, con la dificultad que esta técnica conlleva por la rapidez y seguridad que se ha de tener en el momento de ejecutarla, muestran postales exquisitas de nuestra ciudad ‑y de otras poblaciones adyacentes‑ con manchas de color bien conjuntadas, que confirman su galaxia pictórica… No es ni más ni menos que el reflejo exterior de su inspiración hecha arte, que nuestro maestro sabe catalogar como importante en la vida, y que puede ser el monumento más clásico o el callejón más recóndito y sórdido, trocándolo en apetecible fotografía interpretada, siempre mejorando la realidad que representa…

Ya saben: si quieren disfrutar un buen rato, pueden visitar una exposición de excelente factura. Pásense por la Sala Pintor Elbo y admirarán un mundo creado por Antonio Espadas Salido, cual regalo de Semana Santa, que además se puede adquirir para tenerlo siempre cerca… Invertir en arte siempre ha sido ‑y será‑ rentable, no sólo en el aspecto económico sino en el sentimental, en el cultural y, principalmente, en lo más íntimo y gratificante que nos pueda reportar ‑que siempre es mucho‑, aunque no sea del todo tangible para mentes excesivamente mundanas…

Úbeda y abril de 2012.

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