
Querido papá:
¡Cuánto tiempo transcurrido…! ¡Cuánto tiempo consumido…! ¡Cuántas experiencias y sensaciones albergará tu prodigiosa memoria que, por avatares y años vividos, ahora te falla en lo más cercano y elemental, pero que dibuja y rememora todo cuanto te aconteció hace años, acercándote a tu infancia de manera agigantada…!