14-02-2012.
Hace años que entramos en el euro. La propaganda oficial trataba de crear un estado de opinión favorable y crédulo: optimista. Aquello no debía significar ningún problema para las economías domésticas, ni siquiera se iban a producir fuertes alzas de precios (no tenían por qué, decían unos dibujitos animados)… Nada de prevención contra la medida: no había motivos. Las autoridades nos engañaron, o trataron de hacerlo; mintieron a sabiendas de que lo hacían. Las consecuencias no tardaron en hacerse notar, y se siguen notando todavía.