Aquel Prefecto soñador

29-10-2010.
El teléfono del pasillo no paraba de sonar. Un alumno, al que minutos antes habían expulsado de clase, abrió la puerta y preguntó con cierto atrevimiento:
—Don Fernando: ¿puedo coger el teléfono? —risas contenidas—.
—Sí, por favor —se vislumbra jolgorio—.

Continuar leyendo «Aquel Prefecto soñador»