Hacer un comentario de los personajes más notorios que discurren por la vida de Benina, o de los que ella socorre sin más razón que ver su necesidad, sería hacer un mal remedo de Misericordia; innecesario, porque la novela ya está ahí, magistral, desde hace muchos años. La novela son muchos personajes, además de Benina. Pero sí es ella el aglutinante de todos.