Canciones con historias:
En nuestra vida llevamos cosidas a la piel un sinnúmero de canciones que aparecen y desaparecen sin más lógica que la de responder a estímulos cambiantes, muchas veces sin relación directa con ellas. Así recordamos canciones infantiles o temas rockeros de nuestra adolescencia, que sólo tienen en común el formar parte de nuestra memoria. Y muchas veces estas canciones significan una historia propia, porque van asociadas a algunos hechos relevantes de nuestra vivencia personal. Tarareamos sus estribillos y nos congratulamos con el placer que significa este recuerdo. Lo malo es cuando se trata de una canción en un idioma distinto al español, que dada la proverbial habilidad hispana para las lenguas foráneas nos limitamos a mascullar sílabas que más o menos suenan como el original. Pero en uno y otro caso podemos encontrar que, además de la pequeña o gran narrativa personal que significa para nosotros esa determinada melodía, hay canciones que tienen tras de sí su propia y casi siempre desconocida historia. Vamos a intentar desgranar algunos ejemplos de canciones que, además de formar parte de la crónica de la música, tienen una historia escondida tras su letra, su música, sus autores o todos a la vez.
Una víctima: “Libre” – Nino Bravo: