XI Encuentro AA. AA. SAFA de Úbeda

Me pongo a escribir mis impresiones más personales e íntimas de nuestro último “Encuentro del Antiguo Alumno Safa de Úbeda”, hoy jueves, Día del Corpus Christi, festivo en Sevilla, acompañado de una lluvia mansa y una temperatura ideal, que ha ocasionado que se anule la procesión correspondiente por sus calles y se haga en la intimidad de la catedral…
Lo hago ahora ya más descansado y sereno de este fin de semana pasado en Úbeda, tan intenso y gratificante, que me ha servido para recargar las pilas safistas hasta que llegue el próximo encuentro los días 7 y 8 de junio de 2024.


No va a ser una crónica al uso como las anteriores en las que he ido detallando punto por punto y personaje tras personaje las intervenciones que ha habido en este efeméride, sino que será una miscelánea de lo que me acuerde, ya que no tomé nota de ningún tipo, para apoyarme luego en hacerla. Además hemos tenido la mala suerte de que se estropease la grabadora de nuestro gran amigo safista Pepe Aranda, que nos hubiese servido de apoyo incondicional a todos los que quisiesen enterarse de todo lo hablado y ocurrido en el salón de actos del sábado 3 de junio. Solamente tendremos las mil y unas fotos que tanto él, principalmente, como otros muchos antiguos alumnos echaron a lo largo de las dos jornadas que duró el encuentro.

Tuve la suerte de que mi hija Mónica, con Emilio al volante, nos llevasen desde Sevilla a Úbeda, el día 1 de junio, para ir preparando la presentación de mi libro MI UNIVERSO SAFA. Maestros de la Safa de Úbeda 1973, plácida y serenamente, pues yo había estado enfermo estos meses pasados y no podía conducir por mi cuenta. Un detalle que agradezco de veras, así como la parada que hicimos para comer en el Choto de Andújar que nos recargó las pilas y nos dio fuerzas para seguir la ruta hasta Úbeda. El tiempo soleado ayudó bastante a que nuestro ánimo fuera inmejorable.
Y llegó el día tan ansiado para mí, el viernes, 2 de junio, y la hora fijada por la comisión organizadora del Día del Antiguo Alumno de la Safa de Úbeda, las 7 de la tarde, para hacer una presentación conjunta en el Aula Magna de dos libros de antiguos alumnos de este centro.


Comenzó la presentación del primer libro, LA MEMORIA Y LA VIDA, de José Mª Ruiz-Vargas, con las palabras acogedoras y gratificantes de José Luis Rodríguez Sánchez (presidente de la AAMSU), incluido su extenso y brillante currículo sobre al autor de este grueso tomo de ensayo y pensamiento que hizo magisterio en Úbeda y es catedrático emérito de Psicología de la Memoria en la Universidad Autónoma de Madrid, donde imparte clases desde 1974. El autor, a continuación, fue explicando y leyendo, aunque se los sabía de memoria, los diez capítulos de los que consta este libro, salpicándolo de frases famosas y anécdotas que hicieron la delicia del público. Incluso hubo diálogo con los asistentes pues, al final, surgieron dudas y le preguntaron sobre el tema que José Mª aclaró con solvencia demostrada.
Estaba entre el público, Bonifacio Talavera Sotoca, componente de la Promoción de Magisterio 1970-73, que supo retratar magistralmente al momento y de una forma muy personal, la realidad que se le presentaba con una maestría desconocida para mí. Muchas gracias, Boni, por esa oportuno apunte a color del momento…
Al acabar esta presentación, con la excusa de que se tenía que marchar la librera de Libros Prohibidos, se levantaron ambos protagonistas y se marcharon al patio de columnas para firmar el autor ejemplares, con lo que se rompió el acuerdo establecido de que el acto iba a ser conjunto y que nadie se iría de la sala hasta que no terminasen las dos presentaciones…


No obstante, Pedro Mora Figueroa, hizo una magnífica presentación del autor del segundo libro de la tarde: MI UNIVERSO SAFA. Maestros de la Safa de Úbeda 1973. Improvisando su entretenido discurso como él sabe hacer certeramente. Repasó mi currículo, que viene en la solapa del libro, adornándome de “buena persona”, y contó anécdotas que hicieron reír al público.
A su término, José García Bautista, que es paisano villanovense de Pedro, salió al estrado para resaltar la gran labor que hizo la Safa con él y otros muchos niños, ya que con 9 años no sabía leer y con 19 terminó de maestro, a lo que se ha dedicado toda su vida.


La cola de amigos y compañeros safistas, principalmente, que querían que les dedicase mi libro fue larga, gratificante y laboriosa. Intenté plasmar dedicatorias personales y originales a cada uno de los que se acercó y fotografió conmigo.


Luego, llegó la ruta de la tapa, por cuenta propia, con el reencuentro con la ciudad de Úbeda, sus monumentos, sus bares, sus escenarios… que cada grupo de promoción supo vivir en compañía, saltando los recuerdos en las mentes y conversaciones de todos ellos.


Mi familia disfrutamos de una entrañable velada nocturna cenando en el mesón Casa Luis para celebrar la publicación y presentación de mi libro, como habíamos hecho otras veces con la presentación de los libros anteriores de nuestra familia. La escasa lluvia quiso también ser acompañante fiel de los paseantes ubetenses en este fin de semana musical promovido por la ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA MÚSICA DE ÚBEDA…
La noche corrió vertiginosamente porque el sábado safista estaba por estrenar. Y llegó raudo…


Estábamos citados a las 10 de la mañana en la parroquia de San Juan Bautista (colegio SAFA) para la celebración eucarística por D. Eusebio Figueroa Mora que siempre está dispuesto a ayudar a los antiguos alumnos. Me cuentan que todo fue muy bien y que las lecturas y ofrecimientos fueron hechos por avezados antiguos alumnos católicos que siempre están dispuestos a colaborar con la institución y darse la paz como buenos hermanos safistas…
Yo no pude asistir a ella porque tenía la obligación ineludible de dejar libros para vender en tres de las librerías ubetenses (Libros Prohibidos, El Duende y Studio) puesto que abrían a las 10-10,30 h y no tenía otro día para hacerlo ya que el domingo nos teníamos que marchar para Sevilla…


Llegué poco después de la foto comunitaria (¿dónde está Willy?) ante la logia de la iglesia que da al patio principal de entrada a la SAFA, por lo que sí pude hacerme varias con los compañeros de promoción ante la entrada principal, como otros grupos lo hicieron en otras partes del patio de entrada o de columnas. Tuvimos tiempo de charlar y saludarnos efusivamente, no solamente los de cada promoción, sino de otros grupos o promociones que ya nos vamos conociendo al vernos año tras año…


Tuve el honor de saludar a Eduardo Jiménez Torres que andaba alicaído y decepcionado porque este año no podía entrevistar a diversos personajes safistas -como venía haciendo todos los años- ya que su jefe, aunque se lo prometió a Paco Bordés, no le envió una cámara para que este entrevistador nato -que tanto ama a la SAFA como a Úbeda- pudiera realizar su excelsa labor que luego emitiría por televisión gozando de tan buena audiencia…
A las once y media nos encontrábamos todos instalados en el salón de actos. En su bajos, cerca de la entrada, había un puesto de venta del interesante libro de José Luis Rodríguez Sánchez AÑOS DE INTERNADO. RECUERDOS DE LA SAFA, que publicó el año pasado.
Allí se constituyó la mesa presidencial compuesta, de izquierda a derecha, mirando desde el público, por D. Felipe Sánchez Sánchez (Director del Área de Proyectos y Comunicación de la FUNDACIÓN SAFA), José Luis Rodríguez Sánchez (Presidente de la AMMSU), D. Juan Manuel García Linares (Subdirector General de la FUNDACIÓN SAFA), D. Francisco Bordés Ruiz (Presidente de la Asociación Antiguos Alumnos de la SAFA de Úbeda) y D. Francisco Javier López Salido (Gerente de la SAFA Úbeda).


Bonifacio Talavera Sotoca (Magisterio 73) estaba en primera fila del público para realizar nuevamente -en el momento- un dibujo del acto que como podrán apreciar ustedes es una maravilla que poca gente sabe hacer…


Aunque para mí el protagonista principal de todo el acto fue D. Pedro Mora Figueroa que, con sus tablas y buen verbo, supo ir presentando a los diversos intervinientes con una gracia y desparpajo especiales, improvisando su discurso lleno de currículos personales, anécdotas e historias de la Safa, en su época antigua y media, desgranándola para que la conociésemos mejor…


Primeramente, disculpó a la alcaldesa de Úbeda, Dª Antonia Olivares Martínez, que se encontraba de reunión con las otras catorce Ciudades Patrimonio de la Humanidad en las Islas Canarias. Y fue dando paso a los diferentes ponentes.
Primeramente intervinieron D. Felipe Sánchez Sánchez y D. Francisco Javier López Salido que nos hablaron de la parcela de poder y sabiduría, más en plan institucional, de la que eran más duchos.


Después llegaron las intervenciones de los representantes de las promociones que cumplían el 50 aniversario: D. Ángel Castillo Juárez (Maestría 1973) y el que esto escribe, como representante de Magisterio 1973. Supongo que ambos mandarán a Miguel Raya sus discursos para que los reproduzca en AMALGAMA. Yo publicaré el mío en las páginas webs de RECREO Y AAMSU con el título que le di: Tengo 16 años. Se añadió a última hora a estos dos representantes (y no estaba reflejado en el programa elaborado por la comisión): Luis Pliego, que venía en representación de Maestría 76 y que intervino en segundo lugar, antes de que yo lo hiciera. Todos supimos cantar a la SAFA ubetense que nos dio sabiduría, profesión y agradecimiento a raudales, además de contar anécdotas de cada promoción, sin que faltase el recuerdo emocionado de los compañeros que ya están descansando en la Casa del Padre…


Después llegó el turno de los agradecimientos de las dos asociaciones de antiguos alumnos que conviven en Úbeda: la Asociación de Antiguos Alumnos de Magisterio de la Safa de Úbeda (AAMSU) cuyo presidente es D. José Luis Rodríguez Sánchez y D. Francisco Bordés Ruiz, como Presidente de la Coordinadora de Antiguos Alumnos de la SAFA. Ambos son los grandes puntales y responsables de las reuniones anuales que sendos colectivos tienen, siendo Paco Bordés el que siempre pide relevo pues como él dice «ya está en tiempo de descuento…»


Para la clausura del acto se fue al atril D. Juan Manuel García Linares, Subdirector General de la FUNDACIÓN SAFA para leer su discurso tanto de logros como de objetivos de esta institución fundada por el Padre Villoslada y con palabras del Padre Arrupe supo recordarnos que hay que entregarse y ayudar a los demás y a los más necesitados como bandera distintiva de esta institución SAFA.


Eran sobre las trece horas y media cuando el presentador dio por finalizada la reunión y nos emplazó a todos a la comida de hermandad que íbamos a tener en el hotel Ciudad de Úbeda. Allí marchamos, unos a pie y otros en coche para recalar en su planta del sótano, sentados alrededor de amplias mesas redondas, para ir degustando muchos aperitivos al centro, sorbete de mojito con menta, bacalao o solomillo ibérico, complementado con un delicioso postre de milhojas con helado de vainilla, regado todo ello de buenos vinos o cerveza, con sidra para brindar, un año más, porque todo había salido bien y degustar el café como bebida final y broche de oro a la comida de hermandad.
La charla y el buen rollo fue migrando de mesa en mesa, departiendo alegría y recuerdos que servirán de venero hasta que llegue la próxima cita el año que viene…


Nuestra promoción tomó la acertada decisión de hacer un WhatsApp al que se apuntaron todos los presentes (y que va engordando cada día con nuevos componentes) gracias a la idea de Mateo Calero, que también nos regaló a todos un azulejo (llamado socarrat) dibujado y elaborado por él en su propio horno y que guardaremos como oro en paño, en recuerdo perenne, de este fructífero encuentro de nuestra efeméride.
Nos costaba despedirnos pero, poco a poco, lo fuimos haciendo. Algunos -como estaban hospedados en el mismo hotel- se subieron a echarse una siestecita y quedaron emplazados después para tomar caracoles y lo que se terciara por las principales calles de esta Úbeda que tanta vida nos dio y dará siempre.
Unos marcharon directamente a sus domicilio de origen, otros quisieron hacer la visita obligada a su pueblo y familiares para dilatar un poco más la estancia y cogerían el coche al día siguiente (domingo), como hizo nuestra familia, que después de tomar los churros con chocolate prescriptivos, marchamos a Sevilla en buena compañía, con Mónica y Emilio, para hacer una parada y comer en Casa Baldomero, en Aldea Quintana, pasada Córdoba, donde comimos y fuimos atendidos como marqueses aunque no lo fuésemos…
¡Hasta el año que viene compañeros safistas, si Dios quiere…!
Sevilla, 8 de junio de 2023.
Fernando Sánchez Resa

6 opiniones en “XI Encuentro AA. AA. SAFA de Úbeda”

  1. Gracias, Fernando, por rememorarnos los buenos momentos. Como siempre al pie del cañón. Y, hasta la próxima, a recuperarse del todo. Un fuerte abrazo

  2. Magnífico recuerdo de un día pleno. Es una alegría contar con un cronista como tú para narrar todo lo que acaece en esos primeros sábados de junio.

  3. Hola, Fernando:

    Leo con interés y atención tu crónica hasta que un párrafo hace saltar mi sorpresa y mi desagrado por entender que no se ajusta ni a la verdad ni al respeto. En concreto, me refiero a estas palabras tuyas:

    “Al acabar esta presentación [te refieres a la presentación de mi libro], con la excusa de que se tenía que marchar la librera de Libros Prohibidos, se levantaron ambos protagonistas [J. L. Rodríguez y yo mismo] y se marcharon al patio de columnas para firmar el autor ejemplares, con lo que se rompió el acuerdo establecido de que el acto iba a ser conjunto y que nadie se iría de la sala hasta que no terminasen las dos presentaciones…”.

    Antes de enjuiciar las acciones de las personas y atribuirles intenciones reprochables, procedentes más del propio interior que de los hechos acontecidos, conviene controlar las palabras y analizar por qué las personas hacen lo que hacen. Porque estaremos de acuerdo en que cuando dices “con la excusa de…” estás afirmando que la razón que con todo respeto expuse para ausentarme fue un pretexto, una falsedad, para eludir mi presencia durante la presentación de tu libro. En otras palabras, nos estás acusando -a José Luis y a mí- de haber recurrido a una mentira para salir. A este respecto, conviene que sepas lo siguiente: a la señora dueña de la Librería “Libros Prohibidos” la conocí personalmente aquella misma tarde poco antes de que comenzase el acto. Había hablado por teléfono con ella unas semanas antes –gracias a la mediación de una persona amiga de Úbeda- para asegurarme de que colaboraría en dicha presentación acudiendo al “Aula Magna” de la SAFA con una serie de ejemplares. Ella, por tanto, no tenía idea alguna ni de que se iban a presentar dos libros ni de que las previsibles firmas de los autores se pospondrían para después del acto. Cuando le comenté, esa misma tarde, allí mismo, esa programación, me dijo que sus compromisos le impedían quedarse allí más allá de las 20:00 horas. De entrada, no supe qué decirle, aunque le aseguré que trataría de arreglarlo. Y con esa incertidumbre subí al estrado y comenzamos la presentación.

    Nadie había programado que tras mis palabras hubiese un coloquio, al menos a mí no se me había dicho nada. Pero, el modo espontáneo y sereno como se inició (por parte de Pedro Mora, como recordarás) borró de inmediato las dudas acerca de su pertinencia. Y en un ambiente relajado y amigable compartí ideas con un número considerable de compañeros. Fue durante esos minutos de coloquio cuando se me ocurrió proponer que, dado que la librera dueña de los ejemplares de mi libro no podía quedarse mucho más, si alguien estaba interesado en mi obra podía adquirirla a continuación y yo saldría a firmársela.

    No fue, pues, ni excusa ni pretexto ni falsedad lo que me llevó a hacer lo que hice. Fue, sencillamente, la única solución que se me ocurrió para resolver aquel imprevisto.

    Pero, tu acusación se alarga mucho más allá de esa “excusa” injustificada para llegar a un planteamiento realmente ridículo, como es esgrimir ese argumento, que sonrojaría a cualquier persona sensata, de que se había establecido un acuerdo de “que nadie se iría de la sala hasta que no terminasen las dos presentaciones…”. Permíteme decirte que no me creo –no puedo creerme- que la Junta Directiva hubiera llegado a ese acuerdo absurdo y vergonzante propio de asociaciones totalitarias y tiránicas. Pero, por favor, ¿cómo se te ocurre atribuir ese disparate social a ningún acuerdo y además explicitarlo en tu escrito?

    Como solía decir el inefable Jesús Quintero, “¡Un poquito de por favor!”, un poquito de seriedad, un poquito de madurez y un poquito de respeto. No se puede ir por la vida, sobre todo a partir de cierta edad, acusando a nadie de informal y de romper acuerdos porque las cosas se hayan desviado mínimamente de aquello que uno esperaba (porque tendrás que reconocer que el hecho de que 10-12 personas saliesen no eclipsó ni alteró en absoluto la presentación de tu libro). Un poquito de humildad, por favor. El mundo gira alrededor del Sol, no alrededor de nuestro Yo.

    Créeme que todo lo anterior te lo digo sin ninguna acritud, aunque sí con el ruego de que elimines de la web ese párrafo. Yo no tengo ningún inconveniente en retirar esta queja.

    Un saludo afectuoso.

  4. Estimado José Mª:
    Como comprenderás no puedo aceptar tu último ofrecimiento puesto que sería faltar a la verdad. Que te la voy a explicar por si no te habías enterado o no te la habían dicho…
    Resulta que la comisión de los actos del XI Encuentro de los Antiguos Alumnos de la Safa de Úbeda estuvimos reuniéndonos por skipe durante varios jueves de abril y mayo de 2023 (por la tarde), y uno de los acuerdos al que llegamos fue que el acto de presentación de ambos libros fuera conjunto, porque no había más tiempo en toda la tarde, ya que había también reuniones de promociones, paseo por Úbeda, etc.
    José Luis, nuestro presidente, tenía la idea de presentar tu libro en el salón de actos el mismo sábado, cuando él hablase, pero llegamos a un acuerdo que debía hacerse el viernes por la tarde, a la siete, mediante una presentación conjunta en la que hasta que no terminásemos los dos no se fuese nadie (al menos ninguno de los cuatro principales protagonistas) y por eso se insistió mucho en la puntualidad y que no fuera gente entrando y saliendo de ambas presentaciones…
    Una vez que llegamos a ese acuerdo era el momento de saber quién presentaba primero su libro y yo le ofrecí amablemente a José Luis que fuese él el primero, sin tener que echar moneda al aire, ya que tenía cita con sus compañeros de promoción a las ocho y media, por eso le dije que a mí me daba igual ser el segundo, puesto que a las ocho acabaríamos la presentación conjunta. No sé si ese detalle lo sabías…
    No quiero ni voy a entrar en una réplica-contrarréplica interminable y absurda que no nos conduce a nada. Nada más lejos de la realidad que yo quiera ser importante y dármelas de ello, más bien voy por la vida con la mayor humildad posible…
    ¡Con que se sepa la verdad me basta…!
    Un abrazo

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