Por Fernando Sánchez Resa.
Hacía demasiado tiempo que no asistía a mi querido Cineclub “El Ambigú” y este jueves, 28 de marzo, he vuelto a sentarme en los cómodos asientos del Club de lectura, en el Hospital de Santiago de Úbeda, para rememorar antiguos y añorados momentos cinéfilos. Ha sido toda una gozada comprobar que se ha llenado la sala, como viene haciéndolo última y habitualmente. ¡Por algo será…!
Esta vez, todos ansiábamos ser espectadores felices de una película del Gordo y el Flaco, cuyo título original es “Laurel & Hardy: Way Out West”. En 65 minutos y con un sencillo argumento: el camarero corrupto de Brushwood Gulch y su mujer tratan de estafar a dos mensajeros y a la heredera de una mina de oro, por lo que deciden emplear cuerdas, poleas y una mula para recuperar el documento o escritura de la mina. La hilaridad del público dio muestras fehacientes de que fue de su agrado. Fue estrenada en EE UU, el 16 de abril de 1937, siendo su director James W. Horne, con música compuesta por Marvin Hatley y habiendo sido nominada al Óscar a la mejor banda sonora.
Seguramente es la más simpática o la que ellos más amaban, cuando visitaron el oeste americano, plagada de gags famosos y destacables; no sin antes visionar y disfrutar, en toda su salsa y parsimonia, anuncios o documentales antiguos, gracias a Antonio José López y su padre, que amablemente nos explicaron cómo se organizaba una 
proyección de cineclub o cine de barrio, usando un proyector en 16 mm de los años cincuenta del pasado siglo. Ambos tuvieron la deferencia de montar esta antigua e histórica máquina de cine que servía cotidianamente para cines públicos, haciéndonos rememorar aquellos lejanos tiempos que todos los que estábamos en la sala habíamos vivido. Solo con un altavoz y mediante imágenes archiconocidas, en blanco y negro, volvimos a revivir nuestras añoradas infancia y/o juventud de un plumazo, cantando y contando aquello que veíamos en la pantalla, aunque fueran pequeños anuncios o documentales de la época remota del cine en Úbeda y en otras latitudes hispánicas, con la tecnología de entonces, bastante alejada de la de hoy.
Esa memorable sesión cinematográfica sirvió de doble homenaje: por un lado, al cine antiguo y a sus promotores y ejecutores en la proyección, los llamados popularmente “maquinistas u operadores” (aunque yo de pequeño creían que eran “zapateros”, pues, cuando se iba la imagen o la luz del cine, la gente empezaba a gritar ese oficio de forma destemplada…), pero siempre inmersos en la oscuridad de los cines de antaño, cual magos mecánicos del séptimo arte; por otro, hacer nuestro particular homenaje a esta maravillosa pareja de cómicos que vuelve a estar de actualidad gracias a la película que sobre ellos se ha estrenado en los cines recientemente, el 15 de marzo de 2019: “El Gordo y el Flaco”, de 1h 37min de duración. Está dirigida por Jon S. Baird. ¡No podíamos dejar pasar la ocasión que se nos brindaba…!
Tampoco quiero ni puedo olvidar el interesante cortometraje del oeste “Pagaron justos por pecadores” (http://www.aasafaubeda.com/index.php/escritos/106-diario-de-un-aficionado-cinefilo/4133-una-partida-de-campo-y-mas), pues aún tengo impresas las imágenes y momentos de la primera de las dos proyecciones gratuitas que visioné en el teatro Ideal Cinema de Úbeda aquel glorioso sábado, 8 de julio de 2016, quedando admirado y sorprendido por este sólido cortometraje dirigido por Javier Godoy, con la producción de Antonio José López Expósito. Dos ubetenses de pro, locos amantes del séptimo arte, que han puesto su tiempo, su dinero y todo su saber como buenos cineastas, juntamente con un escogido ramillete de personas afines a sus gustos y ambiciones, para que también nuestra Úbeda tenga una joya cinéfila más con la que brillar. Estamos esperando ansiosamente las dos partes que quedan por hacer, para constituir la prometida trilogía del wéstern más genuino de nuestros añorados y juveniles años, cuando acudíamos enamorados a este característico género cinematográfico, en los desaparecidos cines de verano o invierno de nuestra ciudad.
Úbeda, 28 de marzo de 2019.
