Por Fernando Sánchez Resa.
Querido y esperado segundo nieto: hace poco tiempo que ya vives en el vientre de tu querida madre, cual renacuajo humano (muy chiquitito y bonito, por cierto; que hemos tenido la suerte de ver en las ecografías modernas que ya te han hecho), que haces palpitar múltiples corazones de todos los que te queremos, sin haberte abrazado todavía. Tus padres y tu hermano Abel ya te presienten y quieren a rabiar, pues siempre andan contando contigo para todo. Eres el último e íntimo eslabón familiar Sola Sánchez que nos hace más larga la cadena sanguínea y amorosa.