Por Fernando Sánchez Resa.
Habiendo llegado ya el tórrido verano a esta acogedora ciudad, me dispongo a pasar una velada musical, lo más fresca y agradable posible, en buena compañía con familiares y amigo italo-ubetense, rememorando otras mágicas noches vividas en la Sinagoga del Agua de mi Úbeda querida.