Por Fernando Sánchez Resa.
En una tarde atípica de un viernes de junio, mientras la lluvia y el fresco no acababan de disiparse, partimos (mi esposa y yo) de Sevilla rumbo a los Cerros de Úbeda, pues al día siguiente (a las 12:45 h) teníamos una cita ineludible y esperada en su iglesia de San Isidoro. Se iban a casar Mari Carmen Murciano Calles (la hija de nuestros amigos Mari Carmen y Práxedes) con su gran amor, Javier Ruiz del Valle, y no queríamos ni debíamos faltar. Hacía ya bastante tiempo que habíamos recibido su graciosa invitación y nos habíamos comprometido a asistir.