Suplementos de los verbos intransitivos

Por José María Berzosa Sánchez.

 

Los verbos intransitivos pueden requerir distintos tipos de suplementos.

 

 

1. recién cumplidos los sesenta.

circunstancial

Murió

2. en la flor de la vida.

afín

 

3. de un derrame cerebral

inherente

 

 

 

Amparo cayó redonda al suelo.

solidario

 

 

 

Frases:

 

En aquel sueño delicioso PASABA al otro mundo, SIN agonía.

 

El taxi bajó como en una caída de montaña rusa hacia Cibeles.

 

Un crucifijo de Dalí que temblaba ligeramente sobre las amplias blanduras del escote.

 

Terció el gordo, con una risa ahogada. 

 

Se pronominal

 

Entre los verbos llamados pronominales, hay que distinguir dos grupos: los que siempre se conjugan con el reflexivo pronominal arrepentirse, atreverse, jactarse, quejarse, suicidarse, y vanagloriarse; y el resto, que puede aparecer con o sin reflexivo: abrir-se, comunicar-se, cubrir-se, dar-se, disparar-se, echar-se, etc.

 

La serie primera introduce siempre un suplemento inherente:

 

a) Se arrepintieron de lo que habían dicho.

 

b) No me atrevo a decírselo.

 

c) Os jactáis de vuestra campaña, ahora que habéis ganado.

 

d) Nos quejamos de vuestra falta de interés con razón.

 

e) Nos suicidamos económicamente con aquel negocio.

 

f) No te vanaglories de tus éxitos.

 

La segunda serie admite los tres tipos de suplementos:

 

inherentes

 

afines

solidarios

Uno no debe abrirse con todo el mundo.

Antes de que la puerta se abriera, no sin gran congoja por mi parte.

Hacia los fondos de la casa [ ] se abrió y se cerró una puerta de cristales

 

Nos comunicábamos todos los días con la base.

Ido y Centeno se comunicaban sus impresiones sobre los sucesos.

En el cuarto [ ] Ido y Centeno se comunicaban sus impresiones sobre los sucesos

 

Volvió a tumbarse y a cubrirse hasta la nariz con el embozo de la cama

La joven penitente se cubría la cara con el velo de la mantilla

Volvió a tumbarse y a cubrirse hasta la nariz con el embozo de la cama

 

Se dio con el filo de la mesa.

Después de tres días de búsqueda, se le dio por muerto.

Se habían dado cita en su camino sin otro fin que mortificarle.

 

Se había disparado sin freno por la pendiente.

Tampoco se encontraba con fuerzas para dispararse una pistola en las sienes.

Se había disparado sin freno por la pendiente.

 

Algún postre de cocina se había echado a perder.

Se echó la bata sobre los hombros.

Las diez serían cuando se echó a la calle.

 

 

berzosa43@gmail.com

 

 

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