El relativo “como”

Por José María Berzosa Sánchez.

La presencia de determinadas preposiciones: con, sin, de, etc., produce un hecho especial como comprobamos en la oración Lo hizo sin darse cuenta. ¿Sin qué lo hizo?, sería la pregunta oportuna para tratar de averiguar el suplemento afín. Esta fórmula puede sustituirse con el uso del relativo cómo: ¿Cómo lo hizo? La respuesta es la misma. La cuestión que se nos plantea es si estamos ante un suplemento afín o ante un complemento circunstancial.

a) Lo avergonzó con su forma de actuar.

¿Con qué o cómo lo avergonzó? Con su forma de actuar, que es un suplemento afín.

b) Buenas cosas le he dicho de ti al primo… Te he puesto de hoja de perejil.

¿De qué o cómo te he puesto? De hoja de perejil, que es otro suplemento afín.

Muy próximas a ellas tenemos expresiones como Cogió la bolsa de cualquier manera, que responden perfectamente a la pregunta ¿cómo cogió la bolsa?, sin utilizar la preposición de. Si preguntamos ¿de qué cogió la bolsa?, las respuestas pueden ser de caramelos, de pipas, de estudios, etc., y ninguna responde a la manera de coger la bolsa.

Está claro que el relativo como puede utilizarse para preguntar por ambos tipos de adyacentes: el suplementario o el circunstancial. Para evitar la confusión, sólo tenemos como referencia el que podamos utilizar de forma coherente la preposición de que se trate ante el interrogativo qué.

En Me puse de pie con una rigidez tan instintiva como cuando entraba el padre director en mi aula del colegio salesiano tenemos dos sintagmas adyacentes introducidos por preposición: de pie y con una rigidez. En un primer intento en la delimitación de sus relaciones sintácticas con me puse podemos sustituirlos con las alternativas de- eso / de eso y con- eso / con eso.

ponerse de acepta de buen grado sintagmas como:

pie,

punta,

punta en blanco,

buen humor,

mal humor…

Para definir el sintagma con una rigidez podemos preguntar ¿con qué me puse de pie? La respuesta coherente sería con la ayuda de un bastón, o de un brazo amigo… La preposición con forma parte del sintagma adyacente y no introduce un suplemento. Hay que preguntar ¿cómo me puse de pie? para que la respuesta pueda ser como cuando entraba el padre director, etc. Luego se trata de un circunstancial.

Un último y esclarecedor ejemplo: Oriné con los ojos cerrados. Si preguntamos ¿con qué oriné? está claro que no podemos responder con los ojos cerrados. La preposición con no pertenece al verbo orinar, sino que inicia el sintagma circunstancial con los ojos cerrados.

berzosa43@gmail.com

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