El sintagma

Por José María Berzosa Sánchez.

El hablante selecciona continuamente las palabras y los sintagmas que mejor le convienen en cada momento de su intervención oral. Los pone en relación con el verbo y consigue enviar un mensaje que se acomoda de la mejor manera posible a lo que pretende comunicar.

La oración compleja Le devolví sin firmar la carta al cartero, porque pensaba ir a reclamar enseguida a la dirección de Correos puede tener estas combinaciones, algunas de ellas simplificadas y otras en desuso:

la devolví.

Devolvila.

se la devolví.

Devolvísela.

la devolví  sin firmar.

Devolvila sin firmar.

sin firmar, la devolví.

sin firmar, devolvila.

se la devolví  sin firmar.

Devolvísela sin firmar.

sin firmar, se la devolví.

sin firmar, devolvísela.

Devolví  la carta.

la carta devolví.

Devolví  la carta al cartero.

Devolví , al cartero, la carta.

al cartero, devolví  la carta.

al cartero, la carta devolví.

Devolví  la carta al cartero, sin firmar.

Devolví  la carta, sin firmar, al cartero.

Devolví , sin firmar, la carta al cartero.

sin firmar, devolví  la carta al cartero.

sin firmar, devolví , al cartero, la carta.

sin firmar, al cartero devolví  la carta.

al cartero, sin firmar, devolví  la carta.

al cartero, sin firmar, la carta devolví.

al cartero, la carta, sin firmar, devolví.

la carta, al cartero, sin firmar, devolví.

la carta, al cartero, devolví  sin firmar.

la carta, devolví  al cartero sin firmar.

A estas treinta variantes se les añaden otras setenta más, no todas igualmente aceptables, aunque sintácticamente correctas, cuando en la permutación entra porque pensaba ir a reclamar enseguida a la dirección de Correos, como grupo sintagmático, sin tener en cuenta sus inherentes sintagmas.

La permutación de los sintagmas de esta oración compleja nos indica que el hablante ha podido elegir entre estas posibilidades:

  1. Uso del pronombre átono para sustituir a los objetos directo e indirecto.
  2. Posición inicial o final preferente para determinados adyacentes.
  3. Uso del énfasis y de la pausa de la entonación para marcar la dependencia sintáctica o la posición inicial o final.
  4. Imposibilidad de romper con intercalaciones sintagmáticas la unión de los pronombres átonos y el verbo.

Sin embargo, cuando, en vez del pronombre átono, utilizamos el sintagma no pronominal, la carta, al cartero, la intercalación sí es posible, aunque hay que hacer alguna observación:

En Devolví la carta, sin firmar al cartero existe una anfibología. Los verbos DEVOLVER y FIRMAR rigen la misma preposición: a. Puede que firmemos la carta o que firmemos a petición del cartero. Para salvar la duda habría que intercalar una coma o una pausa entre firmar, al cartero. Con lo cual, separamos la preposición A del verbo FIRMAR y advertimos que la preposición pertenece al verbo DEVOLVÍ.

No es preciso hacer esta pausa en la intercalación siguiente: Devolví, sin firmar, la carta al cartero.

Estos adyacentes del verbo DEVOLVÍ tienen una valoración sintáctica intrínseca que hace distinguirlos entre sí, precisamente por su mayor o menor necesidad presencial para que el mensaje tenga sentido. Junto a esta valoración, existe otra extrínseca, que viene condicionada por el sentido semántico de la preposición, del verbo o del mismo núcleo del suplemento.

Normalmente, para la clasificación de los adyacentes, se atiende a su funcionamiento intrínseco con respecto al verbo. En el ejemplo que traemos, podemos clasificarlos con respecto al verbo DEVOLVÍ en orden decreciente de dependencia:

le devolví , sin firmar, la carta al cartero, porque pensaba ir a reclamar enseguida a la dirección de Correos.

Primero: la carta.

Segundo: le / al cartero.

Tercero: sin firmar.

Cuarto: porque.

Para que la oración tenga significado mínimo en el sentido de este contexto, el verbo tiene que estar siempre acompañado del adyacente primero. No es lo mismo; no significa igual decir sólo devolví que devolví la carta.

Los otros adyacentes pueden ‑o no‑ suprimirse, a gusto del hablante. Su dependencia intrínseca con respecto al verbo es de igual categoría; por eso, el hablante puede decir correctamente:

a) Devolví la carta al cartero.

b) Devolví la carta sin firmar.

c) Devolví la carta porque

Sin embargo, valoraciones de carácter semántico hacen que clasifiquemos a estos adyacentes, introducidos siempre por una preposición que depende del verbo, en tres tipos.

Aparte están los llamados complementos circunstanciales.

berzosa43@gmail.com

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