Por Fernando Sánchez Resa.
Acabo de salir de la primera función dominical del musical El Jorobado de Notre Dame en el teatro Ideal Cinema de Úbeda, en esta gélida mañana de enero que empezó con agua nieve y veremos a ver cómo acaba. Mi intención fue hacerlo ayer tarde, pero me fue imposible, pues eran tales las colas que había que, cuando llegué a la taquilla, entonces me enteré que, días antes, las entradas se habían agotado.
Con puntualidad encomiable, comenzó la función ante un público mayoritariamente infantil que, con la alegría, la espontaneidad y la simpatía que le caracteriza, esperaba ansioso su puesta en escena.