Dijo el ex presidente González que con ellos (los ex) no se sabía lo que hacer, dónde colocarlos, que eran como valiosos jarrones chinos. Llevaba razón hasta un cierto punto; los ex son eso, ex, y ya pasaron y cumplieron su misión y no se les debe nada. La cuestión de dónde y cómo quedan colocados les debía ser un problema personal, que no institucional ni público… Allá ellos. Cierto sueldo y derechos al retiro y van más que sobrados, más que nada por deferencia al alto cargo ejercido. Según sus méritos en el ejercicio presidencial recibirán también agradecimiento y deferencia de la ciudadanía y según su currículo y titulaciones podrán volver al mundo del trabajo y proseguir su vida.